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91 Agosto 2018 Más información: [email protected] mujer y seguridd laboral men en los niveles de seguridad y salud de las trabajadoras. Entre ellas, destacamos las focalizadas en la organización del trabajo, por ser medidas transversales y aplicables sea cual sea el sector en el que se traba- je, siguientes: Una jornada adecuada, en cuanto a su du- ración, y con unas pausas ergonómicamen- te estudiadas. Fomentar la participación y la comunica- ción paritaria. Proporcionar toda la información indivi- dualizada necesaria, adecuada y a tiempo para facilitar los cambios y adaptaciones de puestos de trabajo. Fomentar la claridad y la transparencia organizativa definiendo los puestos de trabajo y tareas asignadas desde la pers- pectiva de quien los ocupa o desempeña. Explicar la importancia de las funciones que realiza la traba- jadora en su día a día, su repercusión, el valor que aporta a la compañía y las características añadidas que ella les confiere. Controlar la carga y el ritmo de trabajo de manera que se aco- ple, en la medida de lo posible, al desarrollo personal y profe- sional de la trabajadora en sus distintas etapas de la vida. Permitir un crecimiento profesional permitiendo la adquisi- ción de habilidades suficientes, siendo conscientes de que el trabajo provee oportunidades para aplicar sus habilidades y conocimientos y también para desarrolla y aprender nuevas habilidades. Asegurarse de que las tareas sean compatibles con las capa- cidades y los recursos personales y proporcionar la formación necesaria para realizarlas de forma competente por parte de las trabajadoras. Asegurar el cumplimiento de las obligaciones del empresario en caso de maternidad, durante los periodos de lactancia o en los periodos de cuidado de menores con enfermedades gra- ves, sin que ello suponga una discriminación laboral sumergida. Una herramienta al alcance de cualquier profesional Te invitamos a la lectura de nuestro manual de buenas prácti- cas “Mujer y Trabajo” en el que puedes encontrar datos labo- rales interesantes, condicionantes laborales de la mujer trabaja- dora, el enfoque de género de la mujer trabajadora, la normati- va de referencia, aspectos generales a la hora de realizar la eva- luación de riesgos y la planificación de las medidas preventivas, las obligaciones del empresario o la incidencia en la mujer tra- bajadora de los riesgos laborales. Descarga del manual en siguiente dirección web: https:// www.fraternidad.com/es-ES/download/mujer-y-trabajo-pr- man-18 son la maternidad y la lactancia que im- plican condiciones específicas tempora- les a la hora de realizar tareas deter- minadas. Necesidad de compatibilizar la jornada laboral con la atención al entorno fami- liar. Falta de tiempo para el propio de- sarrollo personal. Es evidente que para muchas mujeres conciliar las responsa- bilidades laborales y no laborales sigue siendo el principal obstáculo que les im- pide avanzar en el trabajo, están ex- puestas a la pobreza de tiempo. Según la última Encuesta de Condicio- nes de Trabajo realizada por el entonces Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y en cifras globales, la mujer se encuentra expuesta a riesgos relacionados con las exigencias del trabajo en un 54,7% (frente al 45,2% del hombre). Las tareas repetitivas se concentran asi- mismo entre las mujeres (42,2%, frente al 37,4% entre los hom- bres), y lo mismo pasa con las tareas que requieren un ritmo de trabajo elevado (41,1% frente al 39,3% entre los hombres). Resulta significativo que las mujeres cumplan dos de los tres criterios que determinan la mayor exposición a factores psico- somáticos asociados al tipo de trabajo con elevada exigencia mental, configurado por tres parámetros (nivel de atención ele- vado, ritmo de trabajo también elevado y realización de tareas muy repetitivas y de muy corta duración durante más de la mi- tad de la jornada). Durante el año 2017 se han producido un total de 515.082 accidentes de trabajo en jornada con baja , un 70% afectaron a varones, y el 30% restante a mujeres. Se registran aumentos en el total de accidentes respecto al mismo periodo del año ante- rior en ambos sexos, del 6,59% en varones y del 2,43% en mu- jeres. En cuanto a los accidentes mortales, de los 496 acciden- tes mortales en jornada, 473 afectaron a varones, mientras que 23 afectaron a mujeres. En comparación con el año anterior, se produjeron 12 fallecimientos más en los varones y 12 menos en las mujeres. Esto son suficientes razones para afirmar que aún tenemos recorrido por andar, “ no tiremos tan pronto las zapatillas ”. La PRL tiene que continuar incorporando la perspectiva de género para poder abordar de manera integral los problemas que nos afectan más específicamente a las profesionales, considerando no solo la condición laboral, sino también lo que nos ocurre y ocupa fuera de la oficina, sin olvidar sus repercusiones sobre la salud física, psíquica y social: entrénate con este mensaje y an- tes después, verás los resultados. ¿Cómo hacerlo?: haciendo lo de siempre pero de manera diferente. Poniendo en marcha medidas preventivas que su-

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