seguridad laboral 161

82 Octubre 2018 Articulo Tecnico Más información: [email protected] bir a la enfermedad. Y en el transporte público, ¿cómo se da ese traslado? Hay dos vías: transmisión directa (con la que difícilmente podríamos actuar) y la indirecta. Veamos un ejemplo sencillo a la vez que claro: una per- sona tose y se tapa la boca con la mano, que está claro que no se podrá lavar. La persona que ha tosido se coge a la ba- randa del autobús, metro…, aprieta el timbre para solicitar su parada, etc., a continuación cualquier otra persona toca la misma superficie, el mismo lugar. ¡Ahí tenemos un me- canismo de transmisión!: su mano es el “autobús”, “metro”, “tren”, el transporte que los microorganismos utilizarán para ir de un lugar a otro. Este es un mecanismo de trans- misión indirecto , mediante las superficies. El foco, la perso- na en sí, las partículas que salen de su boca al toser sería un mecanismo de transmisión directo . Dado que podemos ser transmisores, deberíamos tomar medidas para evitar o reducir la transmisión, como buscar el mi- nimizar la proyección de partículas al toser y, a la vez evitar con- taminar las superficies. Y no es el único directo: estornudar, hablar, toser, el aire que expiramos… Ahí se esconden miles de microorganismos, en las gotículas de agua y saliva, a veces inocuos para nuestra salud (si estamos enfermos, nos pueden reinfectar) y que pueden afec- tar directamente a nuestros compañeros de viaje. Si a la congestión en el medio transporte, añadimos que no haya una ventilación adecuada y el nivel de limpieza de las su- perficies es deficiente, en cuanto a técnica, metodología, fre- cuencia, agentes químicos, etc., contribuimos inevitablemente al aumento de enfermedades por contagio. Además de una limpieza lo más adecuada posible, nosotros como usuarios deberíamos tomar determinadas medidas para intentar reducir la posibilidades de contagios y enfermedades y estas mismas pautas y recomendaciones sirven para el perso- nal que trabaja en el transporte público y que está durante más tiempo expuesto a contagios. Tampoco podemos volvernos locos y tomar medidas que di- ficulten el viaje como moverse con el traje de “buzo”, másca- ras integrales, etc. Siempre desde el punto de vista de receptor y no de quien puede propagarlos algunas recomendaciones básicas serían: Taparse la boca con el interior del codo al toser, para no contaminar las manos. Lavarse bien las manos al salir del transporte, si es posible. Evitar rascarse los ojos o la nariz (las mucosas son una vía de entrada de patógenos) Mantener una correcta higiene diaria, como es lavarse las manos antes de comer, después de ir al baño, sonarse, etc. Para las personas que limpian los medios de transporte, es importante ser exhaustivos y no dejar superficies y áreas sin limpiar, utilizando productos químicos adecuados en función de la suciedad. Recuerden: la formación debe ser el motor y la herramien- ta para conseguir mayor calidad, producción, garantía, seguri- dad laboral…. con el horizonte del reconocimiento oficial de la Administración de la profesionalidad de los trabajadores, a tra- vés de las acreditaciones de competencias profesionales. Para las personas que limpian los medios de transporte, es importante ser exhaustivos y no dejar superficies y áreas sin limpiar

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