Seguridad Laboral 163

37 Enero-Febrero 2019 Más información: [email protected] prl en el sector alimentario Después, llegamos al tratamiento de conservación, esterili- zación o congelación. Las autoclaves son discontinuas básica- mente y funcionan por lotes y la congelación puede ser por tú- nel. Si funcionamos por lotes, seguimos con el movimiento de cargas y le añadimos el de empuje y tracción cundo se produ- cen incidencias. Por el contrario, si congelamos, ya no nos vamos a quitar las temperaturas bajas ni en el muelle de expedición con todo lo comentado al inicio. Sea cual sea el producto que elaboramos debemos agrupar en la unidad de venta y encajar en la unidad de paletizado. El nivel de automatización y el volumen/velocidad de producto a manipular serán clave para considerar unos riesgos u otros. Tra- dicionalmente nos encontramos con movimientos repetitivos, manipulación de cargas, posiciones forzadas con alcances de- masiado largos, ruido, etc. A todo esto le debemos sumar el diseño de las líneas, un diseño mal concebido nos dificulta incluso el acceso al pues- to de trabajo. El diseño de la unidad de venta, márquetin y packaging tienen mucho que decir aquí. Estéticamente pue- de ser muy atractivo pero el trabajador debe poder hacer (y no siempre es así ). Influye el nivel de orden y limpieza de los puestos de trabajo, la sistematización, la aplicación de méto- dos como las 5S, la toma de consciencia de mantener nues- tro entorno. Conclusiones La industria alimentaria lleva asociados muchos tipos de riesgos que abarcan un espectro muy amplio de la prevención, seguri- dad de máquinas, productos químicos, temperaturas elevadas, contactos térmicos, caídas, uso de carretillas, movimiento de cargas, movimientos repetitivos, psicosociales,… Hay que tener muy en cuenta como el diseño y las estrate- gias que se usan para reducir costes acaban aumentando los riesgos que ya existen. Vale la pena parar y pensar cuáles son las mejores estrategias a medio y largo plazo para eliminarlos o reducirlos. De esta manera y resumiendo mucho, un proceso tipo de la industria podría ser: 1. Preparación materias primeras. 2. Mezcla/amasado. 3. Conservación/cocción/frío. 4. Envasado. 5. Empaquetado. 6. Expedición. La industria cárnica De todas las industrias que se han numerado anteriormente, en Cataluña el tipo de industria más representativo corresponde a una fábrica de hasta 50 trabajadores y el sector que acumu- la más número de afiliados a la Seguridad Social es la industria cárnica (fuente: Departament d’Empresa i Coneixement, 2016). Así que nos ponemos a describir un poco los riesgos que nos podemos encontrar en ella centrándonos en un producto transformado en base de carne. Empezamos con una materia primera que es la carne, un pro- ducto perecedero que deber ser tratado para poderlo conser- var y usar como materia primera. Muy probablemente nos lle- gará congelado, por lo que dispondremos de congeladores en las que deberemos entrar con carretillas. El frÍo aquí será un riesgo a tener en cuenta, la entrada y la salida de la cámara, el asegurar que no hay acumulaciones hielo y dotar el congelador de los sistemas de seguridad para que nadie se quede atrapa- do dentro o en caso contrario tenga los mecanismos para avi- sar y salir. En el caso de tener una baja presencia de personal en la zona de materias primeras o el almacén en general se debe también considerar como trabajos en solitario. Una vez tenemos estos palets de carne, se deben sacar las piezas para introducirlas en las líneas de producción. Dada la poca regularidad que pueden tener estas piezas, y al estar con- geladas, lo más probable es que sea una acción manual de ma- nipulación de cargas. Añadiendo que se trata de un producto congelado y con dificultad de agarre. Seguidamente podemos triturar esta pieza para conseguir una pasta de carne más o menos fina, digamos que para cro- quetas o para patés. Es en este punto donde empieza la ma- quinaria pesada y con ella el ruido. Además, en esta zona intro- ducimos calor y humedad debido a tratamientos térmicos para cocer la carne. Le sumamos el piso resbaladizo a las condicio- nes ambientales. Los equipos de triturado de la carne son realmente potentes, por lo tanto deben tener una protección de seguridad también importante: por un lado, deben asegurar que no se abre nin- guna tapa hasta que la inercia de las cuchillas (si existe) se haya acabado; por el otro, asegurar que no se pueden producir pro- yecciones de partículas o trozos. Esto puede se conflictivo ya que siempre “gusta” ver en qué estado se encuentra la masa y la colocación de zonas transparentes puede suponer riesgo ali- mentario por rotura por ejemplo.

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