Formación de Seguridad Laboral 166

60 Julio-Agosto 2019 Articulo Tecnico Más información: [email protected] ro. Ser solidarios nos ayuda a ser mejores personas, nos ayuda a ser más felices. Por ello, la RSC empresarial no debe ser sólo imagen, diferen- ciación competitiva, ni herramienta para vender. Debe ser algo más: convencimiento, compromiso e interés genuino. Interés por una sociedad mejor, por conseguir una juventud con los más altos valores morales. Ser sensibles a aquello que quizás no veamos diariamente, pero que todos sabemos que está ahí y necesita de nuestra ayuda. Lo que hagamos ayudará, principalmente, a los demás y a no- sotros mismos. Nos sentiremos mejor. Nuestra empresa (IBP Uniuso) revierte parte de su factu- ración a fines sociales. A través de la Fundación Blanco París – constituida por la familia propietaria de la empresa– patrocina un circuito de tenis compuesto de 80 Torneos, denominado IBP Tennis Series (37 torneos) e IBP Tennis Satélites (43 torneos), considerado este primero por la RFET como “circuito nacio- nal de tenis” con premios igualitarios para hombres y mujeres. El deporte, y en este caso el tenis, moviliza emociones y sen- timientos, pero sobre todo puede influir en las actitudes y com- portamientos de las personas, a través de los valores que trans- mite: esfuerzo, superación, perseverancia, igualdad, respeto, de- portividad, solidaridad y compañerismo, entre otros muchos y todo esto se complementa con 25.000 kg de comida repartidos entre las ONGs locales donde se celebra cada torneo (www. ibptenis.es ). Nos hace muy felices formar parte de esta iniciativa social. ¡Hay que hacer cosas que nos haga sentirnos bien! Y en IBP Uniuso, haciendo esto, nos sentimos muy bien. Me gustaría tratar un tema que tiene bastante importancia: la responsabilidad que tienen las empresas como creadoras de ri- queza y por consiguiente la contribución que hacen las mismas al bienestar social general. Esto se llama responsabilidad social corporativa (RSC). Las empresas crean riqueza y puestos de trabajo que permi- ten una sociedad con mayor bienestar, recursos y servicios. Una parte bastante importante de esa contribución se realiza a tra- vés de los impuestos que gestionan el Estado, los ayuntamien- tos y las comunidades autónomas. Y otra, directa, a través de las entidades sociales y ONGs. Mención especial para estas. Están en primera línea, ayudan- do en los lugares donde más se necesita, trabajando en muchos casos 365 días al año para este fin, sin preguntarse a quién ayu- dan y con ello ayudándonos a todos. Pero esto no es suficiente y por ello, debemos hacer más. Si bien, los españoles somos de los países más solidarios en situaciones de urgencia, somos número uno mundial en dona- ción de órganos y España ocupa el puesto 10 del ranking de los países del mundo que más contribuyen al bienestar del plane- ta (fuente: https://www.goodcountry.org/) . Ese puesto es para enorgullecernos, pero sabemos que somos capaces de hacer más: los españoles somos y debemos ser mucho más solidarios. No debemos dejar el trabajo a otros o decir que es labor del Estado. Es nuestra obligación, debe estar en nuestro ADN, ser nuestro “leitmotiv” el pensar siempre en ayudar al prójimo. Nuestros actos deberían ir siempre ligados a beneficiar al próji- mo y eso es un trabajo de cada día. Esto no sólo es importante para los destinatarios de dicha ayuda, sino que trasmite valores a toda nuestra sociedad y a las próximas generaciones que la conformarán. Nuestro futu- Responsabilidad social: cada vez más necesaria Francisco Blanco Manso CEO IBP Uniuso

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