Formación de Seguridad Laboral 168

PRL EN la industria del automovil y auxiliar Más información: [email protected] 27 Noviembre-Diciembre 2019 tualmente se disponen de herramientas digitales de análisis de todo tipo de registros. Conocer lo que ocurre en cualquier punto de la empresa y realizar un seguimiento estadístico de cualquier incidente acontecido puede generar las acciones co- rrectivas necesarias para mejorar el nivel de seguridad, des- de el origen del daño, el agente material, hasta la hora exacta en la que ocurren o el turno. Lo que es necesario es disponer de formularios adecuados y definidos de forma detallada para que la calidad de los datos generados sea el óptimo. El traba- jo en esa dirección da unos resultados notables sobre las cau- sas temporales, físicas, formativas, falta de atención, seguridad en las máquinas, diseños poco seguros, etc. De esta manera se pueden establecer causas comunes de daños, fuentes de ries- go, puntos débiles en el proceso productivo, elementos de se- guridad de operaciones accesorias al sistema productivo (ta- reas de calidad y control), tipos de riesgo vs daño generado, etc. A partir de estos datos es relativamente sencillo priorizar y planificar las intervenciones necesarias. El factor humano Pero, ¿de qué adolecemos, si estando orientados acorde con la dirección de la industria 4.0, la accidentabilidad no disminu- ye? No se puede perder la perspectiva de que por mucha digi- talización y automatización que se desarrolle, en los procesos tenemos un componente importante que se denomina factor humano. No debemos olvidar que los trabajadores que tene- mos en nuestras empresas son una muestra de lo que existe actualmente en la sociedad. Por ello, hay que incidir en la sen- sibilización en materia de seguridad. Por descontado, esto de- bería ser algo intrínseco dentro de la educación en nuestras escuelas, centros de formación y universidades y debería ser, desde hace tiempo, parte íntegra de todos los equipos de tra- bajo de nuestra empresa. Esa dirección de trabajo ha sido cla- ve para la creación de los grupos de acción preventiva, con personas formadas, sensibilizadas, capaces de distinguir ries- gos o situaciones de riesgos, evaluarlas y con el empodera- miento suficiente para corregirlas. Comparativamente hablan- do, y sirva como ejemplo, la seguridad en el puesto de traba- jo debe estar tan interiorizado como el reciclaje en el ámbito privado. Las herramientas de simulación, nos ayudan a que los trabajadores interioricen la seguridad, y sean totalmente pre- ventivos a la hora de llevar a cabo las actividades en el cen- tro de trabajo. Una pata de este sistema es la interrelación de los servicios de vigilancia de la salud y el resto de los departa- mentos de la empresa, previniendo situaciones de riesgo con planes de sensibilización que tengan un alcance más allá que la jornada laboral. Sirvan como ejemplos campañas de vida sana y la prevención de adicciones. Lógicamente es importante adelantarse a lo que pueda ocu- rrir. Existen en el mercado herramientas para evaluar el perfil de los trabajadores y poder incidir en aquellos potenciales de mejora relativos a la sensibilización y a la formación específica de los riesgos. Dentro de la digitalización de procesos se pue- den incluir puntos de riesgos de manera que se puedan eva- luar en la etapa de diseño. El técnico en prevención tal y como se ha conocido hasta la fecha evoluciona hacia el concepto de consultor en preven- ción. La digitalización de procesos, la simulación y la realidad aumentada pueden ayudar a la estandarización de las evalua- ciones de riesgos. El objetivo es que, integrando las herra- mientas digitales necesarias, se podría disponer de una eva- luación inicial previa a la puesta en marcha de cualquier pro- ceso industrial, conocer los potenciales de riesgo a lo largo de la vida útil del proceso y planificar la formación de aque- llos trabajadores con mayor probabilidad de poder sufrir ac- cidentes.

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