Formación de Seguridad Laboral 169

140 Enero-Febrero 2020 Articulo Tecnico Más información: [email protected] Actualmente podríamos asegurar que la comunicación en ge- neral, y dentro de las relaciones con otros individuos, es un ins- trumento muy importante que empleamos constantemente en nuestra vida, tanto a nivel personal (familia, amigos, etc.) como a nivel profesional (trabajadores, clientes, proveedores...). Para poder llevarla a cabo disponemos de canales que debido al cambio constante que nos rodea y a la evolución de las nue- vas tecnologías, han ido variando del tradicional “cara a cara”, a medios más técnicos como los smartphones , tablets, redes so- ciales, etc. A nivel laboral, cada empresa tiene implantadas sus propias vías de difusión y captación de información interna y externa en función de su tamaño, actividad, sector, posibilidades tecnológi- cas y de otros muchos factores. La comunicación en el ámbito de la seguridad en el trabajo no es en sí la solución, sino el medio. Es decir, es un gran instru- mento que debemos mantener siempre activo y con un funcio- namiento adecuado, empleándolo en todos los niveles y hacia todas las direcciones dentro de la organización y haciendo que fluya por los canales adecuados. Es un hecho incuestionable que se produzca un aumento muy significativo del grado de implicación de los trabajadores con respecto a la prevención de riesgos laborales, a todos los niveles de la empresa: operarios, mandos intermedios y dirección ge- neral, cuando existe la mencionada red de comunicaciones bien implantada. Gracias a ésta, se conocen y se puede poner solu- ción a todo aquello que es mejorable. Cantidad de datos Debido al perfeccionamiento de la información, formación y co- nocimientos que adquieren de forma continua nuestros trabaja- dores en el ámbito de la seguridad y salud y en otros, es lógico y coherente que se reciba internamente una cantidad importante de datos, a través de todas las vías establecidas por la empresa. Inicialmente, se trata de detectar los casos relacionados con: Circunstancias mejorables que ya habían sido comunicadas y no se han solucionado. Vías de comunicación (que usaban los trabajadores), que no eran las adecuadas en algunos de los casos (generalmente de forma verbal y a la persona que no tiene competencias para resolver). Situaciones crónicas no resueltas por diversas causas: relativi- zación de un riesgo importante y priorización de otras mejo- ras, falta del tiempo suficiente, disposición de la capacidad o de la formación para solventarlas, etc. Tras un análisis de estos casos y búsqueda de las causas y los porqués de su falta de resolución (dada la facilidad en muchas ocasiones), en la mayoría de ellas resulta que la comunicación no ha llegado al destinatario oportuno. Esto es debido princi- palmente al desconocimiento (por parte del emisor) de la vía o el canal adecuado o porque éste no está bien definido e imple- mentado adecuadamente. Asimismo, se deben estudiar todas las herramientas de co- municación en el ámbito de la prevención, ya implantadas o en fase de desarrollo en la empresa, intentando definir un nexo en- tre ellas y la centralización de toda la información recogida en un instrumento de planificación y gestión único. Comunicación como base para la prevención Jorge Val García Responsable del Área de Prevención y Medioambiente en Itesal

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