El pasado mes de marzo fue nombrada nueva directora del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. ¿Cómo han sido estos primeros meses en el cargo?
Estos meses han sido intensos e ilusionantes. Justo llegué al INSST en el mes en el que celebramos el Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo que siempre está rodeado de mucha actividad.
Además, actualmente estamos poniendo en marcha muchos proyectos de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, un marco de actuación del que se derivan muchos deberes para el INSST, tanto propios como en coordinación con otras administraciones que también tienen un papel clave en el Sistema Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Todo esto implica un gran esfuerzo y la responsabilidad de tomar decisiones importantes, pero he tenido la suerte de encontrarme con un equipo humano muy comprometido.
La estrategia supone nuevas oportunidades: estamos en un momento que nos permite mirar de forma distinta los problemas de seguridad y salud en el trabajo y eso es muy motivador, todo un reto que exige dedicación y concentración para maximizar los recursos.
Desde el INSST, ¿cuáles son los principales retos y desafíos detectados en materia de prevención de riesgos laborales y de seguridad y salud en el trabajo?
Nos encontramos en un contexto económico y social importante por la confluencia de muchos factores que está afectando de lleno al mundo del trabajo y, cómo no, a la seguridad y salud de las personas trabajadoras.
Por un lado, el estancamiento de los índices de incidencia de accidentes de trabajo desde 2012 con las mayores tasas de empleo desde 2008 y, por otro lado, los importantes cambios acaecidos en los últimos años en las condiciones de trabajo y en la organización del trabajo como consecuencia, entre otros, de la transición climática, demográfica y digital. Esto obliga a los agentes implicados en materia prevención de riesgos laborales en España a abordar los desafíos que ello entraña desde el punto de vista de la seguridad y la salud de las personas trabajadoras en nuestro país y a asumir los retos necesarios.
Los principales retos y desafíos a los que nos enfrentamos están recogidos en la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027. Son fruto del acuerdo alcanzado entre la AGE, las CC. AA. y los agentes sociales al haber sido negociada y aprobada en el seno de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, órgano consultivo y de participación institucional en el que se desarrolla el diálogo social.
Quizás el reto más importante sea lograr un cambio de tendencia en la evolución de los índices de incidencia de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales e iniciar una senda de decrecimiento, progresivo y sostenido, que permita reducir significativamente las preocupantes cifras de siniestralidad laboral.
En esta estrategia, además, se han incluido desafíos novedosos ligados a la realidad social cambiante en la que vivimos. Entre ellos se encuentra el anticiparnos a los riesgos derivados de las transiciones digital, ecológica y demográfica para garantizar que estos no afectan a la seguridad y salud de la población trabajadora.
Estas transiciones conllevan riesgos nuevos o emergentes que afectan a la seguridad y salud de las personas y que deben de ser gestionados adecuadamente por las empresas con el apoyo, como no puede ser de otra manera, de los poderes públicos.
En este sentido, las líneas fundamentales de trabajo van a ir dirigidas a profundizar en el conocimiento del impacto que tendrán en nuestro país a través del desarrollo de estudios y el fomento de la investigación, así como a compartir y utilizar como referencia las buenas prácticas y actuaciones de otros países de la UE.
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