Francisco Marqués.
Francisco Marqués Subdirector Técnico INSHT

La prevención de riesgos laborales: un espacio común

Prevención de riesgos laborales en la limpieza.

Los trabajadores del sector de la limpieza desarrollan su actividad en todas las ramas de la industria y en diversos lugares, desde hoteles hasta hospitales y desde las fábricas hasta explotaciones agrícolas. Trabajan tanto dentro de los edificios como al aire libre, incluidas las zonas públicas. A menudo realizan sus tareas de noche o a primeras horas de la mañana, a veces solos. En definitiva, están presentes en todas partes y su labor resulta esencial. Aunque existen grandes contratistas de servicios de limpieza, en el sector abundan las empresas pequeñas, en muchos casos con menos de 10 empleados.

Los trabajadores de la limpieza utilizan una amplia gama de equipos, incluidos escobas, cepillos, cubos, plumeros, gamuzas, máquinas de disco rotativo, generadores de vapor, escaleras, fregadoras, secadoras, aspiradoras de polvo, etc. Además usan una amplia gama de productos químicos, por lo que están expuestos a riesgos por contacto o inhalación.

Los riesgos más importantes que conlleva trabajar en el sector son:

  • un alto nivel de exigencia física en el trabajo que implica permanecer en pie y adoptar posturas estáticas durante muchas horas, el transporte y el levantamiento de cargas;
  • trabajos repetitivos, lo que a menudo se combina con otras condiciones laborales desfavorables, como el diseño inadecuado del lugar de trabajo;
  • la exposición a altos niveles de ruido;
  • lugares de trabajo calurosos o fríos, en especial la combinación de temperaturas altas con corrientes de aire, puertas abiertas, alternancia entre lugares de trabajo calurosos, húmedos y fríos, como almacenes;
  • cortes, quemaduras o descargas eléctricas de los equipos de trabajo;
  • tropiezos, resbalones y caídas causados por suelos húmedos y resbaladizos, obstáculos y caídas de altura;
  • sustancias peligrosas -por ejemplo, el uso extendido de productos de limpieza y agentes biológicos-.

Los daños a la salud más comunes relacionados con el trabajo que se han reconocido para los empleados de este sector son, entre otros, los siguientes:

  • lesiones a causa de resbalones, tropezones y caídas;
  • trastornos musculoesqueléticos relacionados con las malas posturas, los sobreesfuerzos y las tareas repetitivas;
  • estrés, ansiedad y trastornos del sueño relacionados con el trabajo;
  • enfermedades de la piel, como dermatitis de contacto y eczema;
  • trastornos respiratorios, como asma;
  • intoxicaciones por ingesta o inhalación de tóxicos;
  • daños al sistema inmunológico y hormonal;
  • enfermedades cardiovasculares;
  • lesiones en el sistema nervioso central.

Los trabajadores de la limpieza utilizan una amplia gama de equipos, incluidos escobas, cepillos, cubos, plumeros, gamuzas, etc…

Los factores de riesgo psicosocial más importantes son los siguientes:

  • jornadas laborales prolongadas o que incumplen la norma;
  • el sector se caracteriza por turnos prolongados y por horas de trabajo irregulares y poco habituales;
  • gran parte del trabajo se realiza cuando no hay otras personas;
  • dificultades para conciliar la vida laboral y familiar, en particular debido al carácter imprevisible del tiempo de trabajo, a la duración de las jornadas laborales y a la falta de control sobre el trabajo;
  • carga de trabajo excesiva y presión de tiempo;
  • bajo nivel de control sobre el trabajo: el trabajo monótono, que carece de creatividad y exige poca iniciativa, está bastante generalizado;
  • relaciones con los compañeros y el jefe: la falta de apoyo puede incrementar el estrés laboral;
  • el contacto permanente con los clientes puede, también,ser una fuente de estrés o, en el peor de los casos, llevar al acoso moral o a la violencia;
  • la falta de formación y educación; las personas no siempre poseen una buena cualificación para realizar su trabajo, lo que puede conllevar más estrés.

Siniestralidad

Con respecto a los datos de siniestralidad, en el período julio 2010-junio 2011 se observó que el índice de incidencia de los accidentes de trabajo totales baja un -10,9% y destaca el importante descenso en los índices de incidencia de los accidentes de trabajo leves (-11,0%), graves (-6,7%) y mortales (-9,5%).

En el sector servicios, el índice de incidencia total disminuyó un -9,8%, debido a un descenso en la incidencia de los accidentes mortales del -10,9%, leves (-9,9%) y graves (-2,5%). El sector servicios tiene, con respecto al agrario, industria y construcción, los índices más bajos de accidentes y de gravedad, pero no por ello debemos bajar la guardia y hay que mantener y mejorar la prevención de riesgos laborales, en particular en las poblaciones más vulnerables (inmigrantes, personas con discapacidad, etc.)

Se puede argumentar que esta bajada se debe al menor número de población ocupada, pero como los índices se calculan ponderados, ese efecto es prácticamente nulo.

Con respecto a las enfermedades profesionales, es muy difícil establecer qué número de patologías padecidas por los empleados de la limpieza tienen un origen laboral. Sin embargo, hay un consenso general en aceptar que el mayor problema está en las enfermedades musculoesqueléticas, en las dermatológicas y en las respiratorias. Los trabajos con tareas repetitivas, posturas forzadas, aplicación de fuerza y una mala organización de la jornada son firmes candidatos a producir trastornos musculoesqueléticos. La manipulación de productos químicos, en especial los cáusticos e irritantes, producen problemas dermatológicos y respiratorios, a veces graves e invalidantes.

Prevención de lesiones y accidentes

El primer paso para prevenir los daños a los trabajadores del sector de la limpieza, incluidos los derivados de los equipos de trabajo, consiste en identificar los riesgos mediante la oportuna evaluación que sigue una estrategia de cinco pasos:

  1. identificación de los riesgos y de los trabajadores expuestos;
  2. evaluación de riesgos y asignación de prioridades a los mismos;
  3. decisión sobre las medidas preventivas
  4. aplicación de las medidas;
  5. seguimiento y revisión para garantizar que las medidas preventivas funcionan.

Como se ha comentado, los trastornos musculoesqueléticos (TME) han emergido como un problema grave. Estudios recientes han demostrado que los TME son la causa principal de las bajas laborales entre el personal de limpieza. Las actividades de limpieza exigen un gran esfuerzo físico y son intensivas en mano de obra. Aproximadamente un 80 % del trabajo de limpieza se realiza a mano, con ayuda de herramientas no motorizadas, por ejemplo limpiar el polvo, barrer y fregar. Muchas de estas tareas requieren estiramientos, trabajos repetitivos, posturas incómodas y esfuerzos excesivos, con sobrecarga de los miembros inferiores, contribuyendo con ello a la aparición de TME. Hasta el equipo más sencillo, como una fregona, debe ser analizado desde el punto de vista de las necesidades del operario de limpieza.

Limpieza. Prevención de riesgos laborales.

Afortunadamente, son muchos los cambios que en materia de seguridad y salud en el trabajo se han producido en nuestro país durante los últimos años. Nuestra entrada en la Unión Europea precisó la incorporación al ordenamiento jurídico español de la amplia normativa comunitaria sobre seguridad y salud en el trabajo. Este cambio normativo, que tuvo como referencia la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, de cuya entrada en vigor se cumplen ahora 16 años, supuso una forma diferente de abordar la seguridad y salud en el trabajo, con la incorporación de nuevos modelos de organización de la prevención, tomando como referencia el principio de prevención, participación y responsabilidad.

Otro hito importante ha sido la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2007-2012  (EESST). Los objetivos generales previstos por la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2007-2012 tenían por meta una lucha contra la siniestralidad laboral y una mejora continua de las condiciones de trabajo.

Centrándonos en el papel del INSHT, y con respecto a los logros alcanzados en el año 2011 se ha puesto en marcha el Servicio de Asesoramiento Público a las pequeñas empresas, proyecto conocido como Prevención10.es, y que, sin duda, supone una gran ayuda, especialmente para la microempresa; se ha completado el Plan Nacional de Formación en Prevención de Riesgos Laborales; y se ha contribuido a completar las reformas normativas, lo que viene a aportar una mayor seguridad jurídica y un mejor y más eficaz cumplimento de la misma.

Cambios normativos

Con respecto a los cambios normativos, se aspiraba a lograr un mejor y más eficaz cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales en las empresas. Para ello, y sin merma de la calidad, se pretendía racionalizar y simplificar su gestión en prevención de riesgos laborales. En primer lugar, permitiendo a las empresas de hasta 50 trabajadores que no desarrollen actividades del anexo I del Reglamento de los Servicios de Prevención que puedan realizar, de manera simplificada, el plan de PRL, la evaluación de riesgos y la planificación de la actividad preventiva, siempre que ello no suponga una reducción del nivel de protección de la seguridad y salud de los trabajadores. Para ello, los empresarios contarán con una guía orientativa del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, de muy próxima aparición.

En segundo lugar, las empresas que realicen las actividades preventivas mediante recursos propios, dispondrán de un proceso simplificado de auditoría de su sistema de gestión de la prevención.

En tercer lugar, se amplía de seis a diez el número de trabajadores de las empresas en las que el empresario puede asumir, de manera personal, el desarrollo de la actividad preventiva.

En definitiva, este desarrollo normativo pretende una mejora de la calidad y la eficacia del sistema de prevención de riesgos laborales y para ello se ha establecido un procedimiento de acreditación para las entidades especializadas mediante una definición más completa del contenido del concierto de servicio de prevención ajeno con la empresa y estableciendo los recursos materiales y humanos de que deben disponer los servicios de prevención ajenos para prestar un servicio de calidad.

Pieza clave

Pieza clave La EESST ha constituido una pieza clave en el mundo de la prevención de riesgos laborales de nuestro país y ha determinado el camino a seguir por administraciones y agentes sociales durante su periodo de vigencia. Sin embargo, se deben continuar realizando esfuerzos y abordar la prevención de riesgos laborales como un tema en permanente cambio, donde los nuevos modelos de organización del trabajo, los nuevos retos de la ciencia y la técnica, no solamente sean elementos competitivos y diferenciadores de los países avanzados: también deben incorporar la prevención frente a los nuevos riesgos y tener todas las alertas activas.

Para ello es necesario intensificar la información sobre los daños a la salud y prestar una dedicación especial al envejecimiento de la población y a la repercusión en la salud de la actual coyuntura económica y social. La modificación del mercado laboral va a llevar asociada una prolongación de la vida laboral, pero en ningún caso ello debe suponer una merma de las garantías de seguridad y salud de las personas. Es necesario establecer estrategias que permitan adaptaciones de la organización y las condiciones de trabajo.

También es necesaria una mayor atención a los trabajadores especialmente sensibles o vulnerables. La introducción de la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales es ya una realidad y por ello se viene prestando una especial atención a los riesgos durante la lactancia o la maternidad y se establecen políticas que permitan una mejor conciliación familiar.

Para finalizar, señalar el firme compromiso del INSHT en continuar prestando apoyo y asesoramiento a todos los agentes implicados en la prevención de riesgos laborales, desde el impulso a la formación, promoviendo la investigación aplicada y participando activamente en todos los foros donde se trabaja por la mejora de las condiciones de trabajo.