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120 Febrero 2016 Más información: [email protected] Articulo Tecnico Los síntomas suelen afectar por lo general más a mujeres que a hombres. Se supone que porque las mujeres requieren un ni- vel más bajo de agente precursor para manifestar sus efectos. También son más comunes los síntomas en edificios con aire acondicionado que en los que cuentan con ventilación natural. Textos de referencias Por lo descrito hasta ahora podemos entender que el Síndrome del Edificio Enfermo se trata de un fenómeno tremendamente indeterminado y difuso que puede en- globar desde dolencias que requieren asistencia sanitaria urgente a los afecta- dos, hasta molestias poco nítidas y difí- ciles de atribuir al edificio que se ocupa. Pero no por ello ha dejado de alarmar a las autoridades sanitarias de todo el mundo, como la Agencia de Protección del Medio Ambiente Estadouniden- se o la Organización Mundial de la Sa- lud, que han publicado guías para la de- tección y protocolos de actuación para estos casos. En España en el año 1991 el Institu- to Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) publicó las Notas Técnicas de Prevención 289: “Síndro- me del Edificio Enfermo: factores de riesgo” y 290: “El Síndrome del Edifi- cio Enfermo: cuestionario para su de- tección”. En la primera se presentan las definiciones asociadas al síndrome, se enumeran los factores de riesgo y finalmente se facilitan unas indicaciones de cómo efec- tuar las investigaciones asociadas al fenómeno en edificios. En la segunda se proporciona un modelo de cuestionario ya prepa- rado, que es el que utiliza el Grupo de Trabajo sobre el Síndro- me del Edificio Enfermo que ha organizado el Centro Nacional de Condiciones de Trabajo, y cuya finalidad es recoger la infor- mación necesaria sobre las quejas planteadas por los ocupan- tes del edificio sospechoso, buscando la mayor definición posi- ble de las mismas, así como de su magnitud y distribución para decidir la mejor estrategia de actuación a efectuar. Esto ya nos proporciona información de cómo detectar si un edificio pre- senta problemas. El Servicio Nacional de Salud Británico aconseja, para deter- minar si el edificio donde trabajamos está enfermo, que en el caso de que sintamos molestias y sospechemos que pueden ve- nir motivadas por nuestro lugar de trabajo el primer paso sea comentarlo con otros compañeros de trabajo para compro- bar si ellos presentan síntomas similares a los nuestros. Si es así o si nuestros síntomas no remiten, deberíamos consultarlo con el servicio médico de nuestra empresa o con nuestro ser- vicio de prevención, para que efectúen una investigación más exhaustiva. Los factores claves para determinar que las dolencias están relacionadas con el Síndrome del Edificio Enfermo son la exis- tencia simultánea de síntomas en un conjunto de personas sig- nificativo (al menos entre el 15% o 20%) del mismo área o edi- ficio y que dichos síntomas remitan al abandonar los afectados dicha zona o edificio, tanto en mayor grado cuanto mayor sea el periodo de ausencia. Son numerosos los factores que pueden contribuir a generar un Síndrome del Edificio Enfermo: Ventilación inadecuada. Es una de las causas más comunes del Síndrome del Edificio Enfermo. El Reglamento de Instalaciones Tér- micas en Edificios recomienda un caudal mínimo de ventilación de 12,5 l/s y por ocupante para oficinas. Contaminantes químicos proceden- tes de fuentes internas. Como el ozono generado por fotocopiado- ras e impresoras u otras sustan- cias químicas como los compues- tos orgánicos volátiles procedentes del mobiliario o de los productos de limpieza. Contaminantes químicos proceden- tes de fuentes externas. El aire ex- terior que penetra en el edificio también puede ser portador de contaminantes como productos de combustión de los garajes. Contaminantes biológicos. Como bacterias, polen o virus. Generalmente proliferan en las aguas estancadas que se acumulan en conductos, humidificadores o torres de refri- geración por lo que de ahí la importancia de un adecuado y planificado mantenimiento. Radiaciones electromagnéticas, que se generan por los siste- mas de cableado y las tomas eléctricas. Factores psicológicos. Como el estrés o la depresión. Problemas lumínicos. Como escasa o inadecuada ilumina- ción, ausencia de luz solar o mal funcionamiento de los mo- nitores de ordenador como ejemplos. Deficiente ergonomía de los puestos de trabajo. El uso de mobiliario, fundamentalmente de sillas no adecuadas a los usuarios pueden derivar en dolencias músculo esqueléticas que pueden aparecer asociadas con otra sintomatología. Humedad ambiental. Generalmente un bajo nivel de hume- dad ambiental aumenta el riesgo. El Reglamento de Instala- ciones Térmicas en Edificios marca una humedad relativa de entre 40% y 50% en invierno y de 45% a 60% en verano. Olores. Ruidos. Vibraciones. Otros factores físicos como las descargas electrostáticas, etc.

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