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98 Agosto 2016 Seguridad en catastrofes y emergencias Más información: [email protected] Emergencias, desastres y emergencistas. La cantidad de desas- tres y catástrofes ocurridas en el mundo no son pocas. Las es- tadísticas del Centre for Research on the Epidemiology of Disas- ters CRED (Guha-Sapir, Hoyois, & Below, 2014) señalan que aun cuando durante el año 2013 hubo una disminución de es- tos eventos, la tendencia de los últimos 16 años claramente vie- ne en aumento. Por ejemplo, y según esta misma fuente, du- rante el año 2013 fueron registrados mundialmente 330 desas- tres de origen natural, los cuales afectaron a 108 países, causa- ron más de 21.610 muertes y dejaron heridas a 96,5 millones de personas. Las pérdidas económicas se estimaron en cerca de US$ 118,6 billones. Para responder ante este tipo de eventos adversos, el hom- bre a lo largo de su historia ha creado diversas organizaciones y equipos humanos que intervienen en ellos, ya sea a distancia o con presencia física. A estos grupos, que en la literatura se les conoce como intervinientes, equipos de respuesta, emergencistas, first responders, primeros en escena, equipos de emergencia, etc., los definimos como “todo aquel que voluntariamente –ya sea por mandato laboral o altruista– asiste en una situación disrup- tiva, tal como una emergencia, desastre o catástrofe” (Marín & Pereira, 2006). Los mismos autores describen que estos equi- pos cubren tres funciones básicas presentes en toda sociedad y necesarias para la adecuada resolución de un evento de estas características, como son: A) las emergencias relacionadas con salvamento y guardia de propiedades (bomberos), B) las emer- gencias relacionadas con la intervención pre-hospitalaria (ambu- lancias) y C) las emergencias relacionadas con el orden público (policías). Aun cuando en Latinoamérica no existe un censo de emergencistas, podríamos argumentar que su cantidad supe- ra con creces las siete cifras. Por ejemplo, únicamente en Chile hay 41.266 bomberos voluntarios, de los cuales 4.848 son muje- res y 37.018 son hombres (Junta Nacional de Cuerpos de Bom- beros de Chile, 2012). Si a esos números sumamos una canti- dad aproximada de 70.000 policías –entre carabineros e inves- tigaciones– (Centro de Estudios del Desarrollo, 2011), y de los profesionales que entregan servicios de atención prehospitala- ria (SAMU y servicios privados), llegaremos –solo en Chile– a un número importante de personas que conforman un enor- me equipo humano con gran responsabilidad sobre el éxito en la resolución de emergencias y desastres y que, por tanto, re- quiere de gran apoyo en la protección de su salud tanto física como psicológica. Las emergencias y las consecuencias en la salud de los emergencistas El nivel de exposición de estos equipos humanos ante emergen- cias y desastres, sumado a una alta exigencia en su desempeño, genera determinadas consecuencias en su salud. Por ejemplo, y únicamente en relación a lo físico, diversos estudios muestran que son los equipos de bomberos los más expuestos a esfuer- zos musculares y estrés térmico que, vinculado a condiciones cardiovasculares pre existentes, generan un factor de riesgo es- pecífico (Guidotti, 1995); (Kahn, Woods, & Rae, 2015). Es por ello que son varias las organizaciones de bomberos en Latino- américa que han iniciado programas de prevención para sus bomberos. Algunos ejemplos de ello son los programas Héroes *Psicólogo, Doctor en Psicología Social y Magíster “Salud mental en catástrofes”. Fundador de la Sociedad Chilena de Psicología en Emergencias y Desastres (www.sochped.cl ), actualmente se desempeña como consultor senior del Centro de Intervención en Trauma, Estrés y Desastres (www. cited.cl ) e investigador del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (www.cigiden.cl) . Correspondencia a: [email protected] Prevención de riesgos laborales: la psicología aplicada al trabajo de emergencistas Humberto Marín Uribe PhD*

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