seguridad laboral 152

24 Abril 2017 Seguridad en catastrofes y emergencias Más información: [email protected] Para los profesionales de las emergencias, la prevención y ges- tión de los riesgos en la emergencia es algo fundamental. Evitar nuevos accidentes supone a menudo un completo rompecabe- zas para bomberos policías o personal sanitario y emergencias. La prevención de riesgos y protección de los trabajadores de la emergencia es un concepto tan amplio que inicialmente puede parecernos muy complejo. Pero si nos tomamos de referencia la gestión de la prevención de riesgos en otros ámbitos del tra- bajo, aceptamos que para tener máximas garantías de seguridad deberíamos articularla en 4 grandes columnas: Formación suficiente y adecuada sobre los riesgos y sus me- didas preventivas. Equipos de protección colectiva que protejan a todos los trabajadores de las zonas con riesgo. Equipos de protección individual que nos protejan a todos y cada uno de los trabajadores de las zonas de riesgo. Procedimientos normalizados de trabajo que indiquen cómo se deben realizar las operaciones de forma segura. En este artículo me gustaría introducirme en el primero de los puntos: la formación . Mis años de experiencia en el sector de la emergencia y la formación me han demostrado que nin- guno de ellos es más importante que los otros puntos; uno sin el resto no tiene sentido y no sirve para proteger al bombero, sanitario, etc., pero la complementariedad entre ellos nos ofre- ce al trabajador de la emergencia unos resultados calidad-segu- ridad del servicio óptimo. Por ejemplo, por muy buena formación que haya tenido si no dispongo de equipos de protección o proto- colos acabaremos sufriendo daños, y asimis- mo si no tengo formación no sabremos usar correctamente los EPIs ni aplicar los proto- colos de seguridad. Aun así, las características y el papel de la formación en la prevención de acciden- tes le otorgan a la formación en las emer- gencias un papel particular que la diferen- cia del resto. Por un lado, la formación es lo primero que debe recibir un trabajador, y en ésta se sientan las bases para la reso- lución segura de las futuras emergencias a las que nos enfrentemos. Por otro lado, la ausencia de regulación o la ambigüedad actual, tanto a nivel industrial, donde solo se pide que la for- mación de las brigadas de equipos de intervención sea “su- ficiente y adecuada”, como a nivel profesional donde, hasta ahora, cada servicio de bomberos se ha venido autoregulan- do y formando. Lo que a hora nos puede parecer difícil sería cómo aplicar 4 bloques dentro de una formación. ¿Cómo lo integramos? A continuación lo expongo con algunos ejemplos. Formación Es muy importante que dentro de una formación en todos los tipos de emergencia (sanitario, incendios, rescates, accidentes químicos) no solo se hable de los aspectos formales de las ma- terias (extinción de incendios, rescates, etc.) y se le empiece a introducir al futuro profesional de la emergencia la impor- tancia del resto de puntos anteriormente mencionados: pro- tecciones colectivas, individuales y procedimientos de traba- jo. Sería igualmente necesario en las prácticas formativas de riesgos comentar previamente los riesgos de la misma, que fi- nalmente se asimilarán a los riesgos intrínsecos de una futura emergencia real. Incluso se debería comentar y disponer siem- pre de la existencia del plan de emergencia por si la práctica falla. Por último, comentar que el formador debe ser alguien que previamente disponga de una alta capacitación y conoz- ca los riesgos a fondo de cada maniobra formativa a realizar, manteniendo siempre un alto nivel de atención. La formación en emergencias evita riesgos Lluis Martínez Moreno Instructor en Seguridad, Emergencias y PRL en el Centro de Formación de Can Padró Barcelona

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