seguridad laboral 153

22 Junio 2017 prl en control de plagas Más información: [email protected] Los mosquitos culícidos juegan un papel esencial en la trans- misión de los arbovirus causantes de enfermedades como el dengue, fiebre amarilla, chikungunya y zika, debido a su ne- cesidad de ingesta de sangre, su gran adaptabilidad a diferen- tes ambientes y la variabilidad de hospedadores sobre los que realizar su alimentación. Las dos especies vectoras principales de estos virus son Ae- des aegypti y Aedes albopictus. Son dos mosquitos que en las últimas décadas han experimentado una enorme dispersión por los cinco continentes, gracias principalmente a los efec- tos derivados del cambio climático y de la globalización, que ha permitido que tanto los vectores (mosquitos) como los re- servorios (personas enfermas) puedan llegar a cualquier par- te del mundo en pocos días. Esta dispersión biológica ha veni- do acompañada de la emergencia de las enfermedades provo- cadas por los virus que son capaces de transmitir. Claro ejem- plo de esto son los brotes de estas enfermedades acontecidos en Europa durante esta década. Una de las principales pecu- liaridades de estos dípteros es que viven en estrecha asocia- ción con el ser humano. Son especies sinantrópicas, por lo que suelen encontrarse en el ámbito doméstico y peridoméstico. Además, se les considera mosquitos eminentemente urbanos, si bien pueden establecerse también a nivel rural. Los adultos de estas especies tienen especial querencia por depositar los huevos en recipientes o contenedores de agua, tanto naturales (huecos de árboles, grietas de rocas o pe- dúnculos de hojas) como artificiales (piletas, tanques de agua, neumáticos, bidones, floreros o latas, entre otros). Las hem- bras no ponen los huevos directamente sobre el agua, sino en la zona húmeda, a poca distancia de la superficie de agua. Los huevos pueden permanecer viables hasta más de un año y eclosionar en el momento en el que el recipiente en cuestión vuelva a rellenarse de agua. Las hembras necesitan un aporte proteico para la producción de huevos, por lo que precisan in- gerir sangre. Estas especies se alimentan durante el día en los periodos de máxima actividad humana y prefieren la sangre humana a la de otros animales domésticos. Al no existir vacuna para estas enfermedades (salvo para la fiebre amarilla), su prevención pasa necesariamente por con- trolar las poblaciones del vector. Para ello resulta imprescindi- ble aplicar una estrategia de con- trol integral que actúe en distintos ambientes y que tenga en cuenta todas las fases de desarrollo del vector y la protección de las per- sonas. Esta estrategia se compone de las siguientes acciones. Vigilancia y monitoreo Es necesario conocer al vector, su biología, densidad poblacional y su distribución espacial y temporal, para poder realizar acciones, tan- to preventivas como de control, que resulten eficaces. La vigilancia y monitoreo de mosquitos Aedes se realiza gene- ralmente empleando las ovitram- Control de mosquitos “Aedes” Dra. Pilar Mateo Científica Al no existir vacuna para estas enfermedades (salvo para la fiebre amarilla), su prevención pasa necesariamente por controlar las poblaciones del vector

RkJQdWJsaXNoZXIy MTI4MzQz