seguridad laboral 154

38 Agosto 2017 prl en la industria qu mica La seguridad y la salud en la industria químico-farmacéutica es un tema muy amplio, que requiere un conocimiento multidisci- plinar que abarca desde la identificación de los productos quí- micos hasta la vigilancia de la salud de los trabajadores. En este breve artículo, resaltaremos las principales líneas ge- nerales en las que debe estar basado un programa de seguridad y salud en una industria químico-farmacéutica. Protección contra explosiones Uno de los puntos fundamentales a evaluar en una industria químico-farmacéutica es el riesgo de explosión. Es más que probable que tengamos que clasificar zonas de nuestro proce- so productivo como atmósferas explosivas (ATEX). Cualquier zona con polvo químico-farmacéutico o con líquidos inflamables como los disolventes es susceptible de ser clasificada. En ese caso debemos desarrollar un “documento de pro- tección contra explosiones”, tal y como indica el Real Decreto 681/2003, de 12 de junio, sobre la protección de la salud y la se- guridad de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de trabajo. Necesitaremos la obtención de una serie de datos básicos so- bre nuestros agentes químicos o nuestros principios activos y excipientes que, en algunos casos, requerirán ensayos en labo- ratorios especializados. Estos son algunos de los principales da- tos que necesitaremos conocer: Energía mínima de ignición: es la energía mínima de una chispa, capaz de producir la ignición de un polvo en suspensión o una mezcla de vapores en el aire. Temperatura en capa: es la temperatura mínima de una su- perficie caliente a la que el polvo depositado sobre ella pue- de inflamarse. Temperatura en nube: es la temperatura más baja a la cual en una suspensión de polvo en el aire, se produce espontánea- mente la ignición y propagación de la llama. Límite de inflamabilidad: define las concentraciones mínimas y máximas del vapor o gas en mezcla con el aire, en las que son inflamables. En los casos en los que nuestro producto sea un líquido infla- mable debemos procurar trabajar siempre por debajo del lími- te de inflamabilidad. Allí donde no sea posible debemos, o bien trabajar en una atmósfera inerte, o bien eliminar cualquier fuen- te de energía de ignición. En los casos en los que nuestro producto sea un polvo com- bustible, el tema se complica algo más, porque no tenemos lí- mites inferiores de explosividad para polvos. En estos casos, cualquier polvo en forma de nube, en una atmósfera con oxí- geno y una energía de ignición superior a la EMI, puede formar una explosión. Por lo tanto, la mayoría de las medidas de prevención contra explosiones evitan las fuentes de ignición: manteniendo aisla- das las superficies calientes y evitando las descargas electros- táticas, por ejemplo conectando a tierra los equipos y asegu- rando el mismo potencial entre los mismos, mantener medi- das organizativas que controlen el uso de herramientas que puedan provocar chispas y asegurando que los equipos po- seen un marcado ATEX adecuado a la zona clasificada en la que se encuentran. Almacenamiento de productos químicos En los lugares de almacenamiento de productos debemos revi- sar nuestro inventario para asegurar que no tenemos almace- nados de forma conjunta productos incompatibles (por ejem- plo, inflamables con comburentes). Además, debemos verificar si nuestro almacenamiento nece- sita ser legalizado y sufrir inspecciones legales periódicas por un organismo de control autorizado. En este caso, nuestra norma de referencia es el Real Decreto 379/2001, de 6 de abril, por Seguridad y salud en la industria químico-farmacéutica Begoña Pérez Responsable SHE en la planta de Leganés de Roche Farma

RkJQdWJsaXNoZXIy MTI4MzQz