seguridad laboral 154

CALZADO DE seguridad y proteccion 47 Agosto 2017 Más información: [email protected] Qué duda cabe que la seguridad en entornos laborales con riesgo asociado es fundamental: uno de los elementos de pro- tección de mayor importancia es el calzado. Sin embargo, es motivo de rechazo entre algunos usuarios, por lo que com- prender mejor su origen y funciones, así como seguir unos simples consejos, nos puede ayudar a adaptarnos mejor a su uso diario. El primer calzado de seguridad aparece en 1904 en las fun- diciones de Estados Unidos, como protección frente a las altas temperaturas. No obstante, el aplastamiento de los dedos era el accidente más habitual, por lo que en 1910 se crea en Cleve- land un calzado con punta reforzada por fibras, siendo sustitui- das en 1925 por elementos de acero. En la década de 1950 se extiende el uso profesional de cal- zado de seguridad en países de nuestro entorno, hasta que en 1989 los elementos que conforman el calzado de seguridad la- boral quedan plasmados en el Acta Única Europea con una di- rectiva sobre los Equipos de Protección Individual (EPI). Proteger el pie en el marco de un entorno industrial es una necesidad que nadie debería obviar, pero también es cierto que un trabajador al que no le molestan los pies se concentrará me- jor en su tarea. Aunque el riesgo de traumatismos en los dedos del pie por caída de objetos pesados o por aplastamiento fue el prime- ro en detectarse debido a su frecuencia, existen otros más es- pecíficos de algunos puestos de trabajo, como cortes, perfora- ción, etc., por lo que al calzado con punta reforzada se le une la suela antiperforante o piezas insertadas en la caña de la bota que protegen en gran medida contra estos riesgos. Los avan- ces en este tipo de calzado llevan también a incorporar mate- riales que no acumulan electricidad estática, necesarios en en- tornos inflamables. Por otra parte, la exposición a vibraciones repetidas favore- ce el desarrollo de artropatías a edades más tempranas de lo habitual, lo que justifica el diseño y la aplicación de plantillas a medida basados en los criterios clínicos propios de la especiali- dad de podología. Hoy en día en todas las empresas hay trabajadores que expo- nen impedimentos a la hora de utilizar el calzado de seguridad, siendo los motivos esgrimidos variados: - Incomodidad por el peso, que deriva en fatiga muscular al fi- nal de la jornada laboral (talalgias, sobrecargas musculares, anomalías en la distribución de las presiones plantares, etc.) - Falta de flexibilidad en la caña del calzado debido a los re- fuerzos necesarios para su protección. - Modelos no adaptados a la morfología de determinados pies que provocan ajustes dolorosos o incómodos. - Mala aireación lo que favorece la hiperhidrosis, macerando la piel, lo que posibilita la aparición de patologías como la bro- mohidrosis o micosis. La inclusión de elementos de protección aumenta considera- blemente el peso del calzado: sin embargo, hemos observado como la sustitución progresiva de metales por plásticos de alta resistencia disminuyen el peso del calzado, siendo el peso reco- mendado para que éste influya lo menos posible en la correcta actividad laboral de 500 gramos o menos. El calzado de seguridad y el pie Javier Ruiz Escobar Vocal de la comisión de comunicación del Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana La elección de un correcto calzado laboral debe ser el fruto de la colaboración entre el trabajador y el podólogo

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