seguridad laboral 154

“Aquel que prevé, es dueño de sus actos”. Johann Wolfgang Goethe OPINIoN 6 Agosto 2017 El bienestar en el trabajo se suma a la seguridad y la salud laboral E l Consejo de Ministros aprobó recientemente un real decreto por el que se desarrolla la nueva estructura básica del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y se modifica el RD 424/2016, de 11 de noviembre, por el que se estableció la estructura orgánica básica de los Departamentos Ministeriales. Una de las no- vedades de este RD es que actualiza la denominación del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo –que pasa a llamarse Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo– “con el fin de adaptarla a la demanda de una sociedad cada vez más sensibilizada y exigente con la seguridad y salud en el trabajo como parte fundamental del bienestar social”. Y es que el bienestar laboral protagoniza en los últimos tiempos un gran número de eventos relacionados con la PRL. Prueba de ello es el “Ágora Bienestar”, encuentro celebrado los pasados días 21 y 22 de junio en el INSHT, que contó con nuestra revista como medio de comunicación colaborador. En su programa, la psicología, la felicidad como modelo de negocio, los compa- ñeros de trabajo tóxicos, el retorno de la inversión en las empresas saludables, el mindfulness , el estrés, los conflictos laborales, las aportaciones del coaching profesional y el futuro del bienestar fueron algunos de los temas analizados por parte de un nutrido grupo de expertos procedentes de diferentes áreas. Ya son muchas las compañías que apuestan por programas de bienestar laboral con la puesta en marcha de diferentes medidas cuyos resultados son unos trabajadores más sanos y con menos accidentes, y unas empresas más productivas y competitivas. Si la prevención no es un gasto sino una inversión, este mismo razonamiento lo podemos aplicar sin duda alguna al bienestar laboral. Para lograrlo, la conciliación laboral –con una flexibilidad en los ho- rarios y una adaptación de los mismos a las necesidades del trabajador–, el uso del teletrabajo y las jornadas continuas se constituyen en las iniciativas estrella. Asimismo, la incentivación de una alimentación saludable desde la empresa repercute notablemente en enfermedades (cardiovasculares, diabetes, cán- cer…), reduciendo su incidencia o su repercusión. De este modo, el absentismo o el número de bajas vinculadas a esas patologías disminuirán. Existen múltiples estudios que reafirman y demuestran los beneficios expli- cados hasta ahora, al igual que reiteran que un ambiente laboral inadecuado, con riesgos de carácter físico o psí- quico (estrés, burnout , etc.), repercuten negativamente en los hábitos saludables del trabajador, descuidándolos con las consecuencias indeseables a todos los niveles que se generan. Como parte integrante del bienestar laboral hay que mencionar el salario emocional, el cual en ningún mo- mento sustituye al económico, sino que se erige en una retribución complementaria esencial que refuerza el ambiente laboral saludable y que forma parte de toda aquella empresa que quiera alcanzar la consideración de “best place to work”. El coste de ese salario emocional puede ser “cero”: el simple reconocimiento al trabajo bien hecho, con palabras y gestos, motivan e incrementan el compromiso con la empresa y sus valores. Las nuevas generaciones (los millennials y los centennials o Generación Z) continúan la senda marcada por el bienestar laboral. La consultora Atrevia y la escuela de negocios Deusto Bussiness Scholl han investigado el com- portamiento de los jóvenes llegando a la conclusión de que “la Generación Z tiene claro lo que quiere a la hora de optar a un puesto de trabajo ideal: se decantan principalmente por el buen ambiente laboral, la conciliación y la posibilidad de desarrollar su carrera profesional”, añadiendo que “la flexibilidad laboral y los continuos cambios en el mercado de trabajo forman parte de su imaginario colectivo”. Como podemos comprobar, el bienestar laboral está más que nunca de actualidad y la modificación en la denominación del INSHT, con la incorporación de este concepto de forma explícita, alienta a universalizarlo e integrarlo en la realidad preventiva de la empresa. Los recursos destinados a la promoción de la empresa saludable constituyen una inversión en cuanto a mejora del clima laboral y de la productividad

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