Formación seguridad laboral 157
90 Febrero 2018 Más información:
[email protected] novedades 2018 Hace unos días escuché una entrevista en la radio donde ha- blaba una responsable de una empresa de diseño de interiores. Tradicionalmente se había dedicado al entorno del hogar priva- do, aunque ya hacía unos años que había diversificado su activi- dad, y actualmente disponía de una línea de diseño de espacios de trabajo que estaba tomando cada vez más importancia en su modelo de negocio. Esta persona explicaba la importancia de disponer de un espacio físico adecuado, así como la influencia del mismo en el rendimiento de los trabajadores, y consecuen- temente en el resultado final de una compañía. Contar con un entorno apropiado a la tarea a desarrollar es importante para la ejecución de la misma. Normalmente los empresarios tratan de mejorar sus sistemas de gestión para agi- lizar procesos y procuran dotar a sus plantas productivas de los mejores elementos de producción para mejorar la compe- titividad del negocio. Esto se hace porque se consideran inputs que suman y contribuyen a mejorar el resultado final de nues- tra empresa. ¿Por qué no plantear entonces que el personal trabaje se- guro y cómodo si tiene una incidencia directa en el resulta- do? Por ejemplo, ante la obligación imperiosa de utilizar calza- do de seguridad, ¿podemos pensar que la selección de este cal- zado es un elemento más que afecta directamente al resultado? No imagino al presidente de un importante club de fútbol po- niendo trabas acerca de que calzado deben usar sus jugadores, simplemente porque existan soluciones más económicas en el mercado. O a un atleta profesional reduciendo gastos en sus za- patillas de running . Consecuencias de un mal calzado Los pies, las piernas o la espalda del usuario de un calzado de seguridad, pueden verse afectadas por el uso de un calzado mal seleccionado e incidir directamente en su rendimiento laboral y en su salud. Las consecuencias del uso habitual de un mal calza- do en nuestro día a día o para la práctica deportiva, son conoci- das. Por supuesto, a nadie se le ocurre usar un zapato de vera- no en días de lluvia en invierno, no se adecua al entorno. Tam- poco se nos ocurre usar un zapato incorrecto si tenemos algu- na característica especial en el pie o sencillamente el diseño no encaja con la forma de nuestro pie. Todo esto ocurre también en nuestra actividad laboral. Existen numerosos modelos que cumplen las mismas norma- tivas. ¿Cómo diferenciar cual es el adecuado para mis trabaja- dores? Independientemente de los requisitos especiales que puedan necesitarse debido a la actividad en concreto (fundición, solda- dores, etc.), se deben tener en cuenta tres tipos de factores que afectan de manera directa al usuario: el tiempo que debe tra- bajar con este EPI, el lugar de trabajo, y las características físicas del propio individuo. Hay varios elementos y características de los zapatos de segu- ridad que debemos conocer para realizar una selección correc- ta y adecuada tanto a las condiciones de trabajo (físicas y tem- porales), como al propio usuario. Amortiguación La amortiguación en un calzado de seguridad es fundamental para la comodidad y prevención de lesiones. La normativa nos habla de la “absorción de energía en el talón (E)” como requi- sito para calzado S1 hasta S5, que nos garantiza confort en la zona del pie que más sufre el impacto al caminar, pero no solo La importancia del calzado en el entorno laboral Ignacio Cedrún Técnicos especialista en EPIS de Hoffmann Zapato Haix S1P. Zapato Dunlop S5.
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