seguridad laboral 159

PRL EN parques eolicos 31 Junio 2018 Más información: [email protected] es capaz de hacerte desaparecer por completo. La tentación de ignorarte y no escuchar el valioso mensaje que vienes a decir- nos es proporcional a la presión por que seas cero. Cierto es que nos visitas con menos frecuencia, pero para ellos no es su- ficiente: siempre se enojan cuando apareces para chivarte. Tal presión hay por esa cifra, el cero, que en el patio del colegio hay quien siempre está tentado a hacerte invisible o simplemen- te encerrarte en el baño para que no nos des problemas. Y tú, sabiendo que no vienes por capricho, que siempre tienes algo que contarnos. Por suerte, amigo accidente laboral, hay otros, cada vez so- mos más, quienes pensamos que eres un aliado para luchar con- tra la siniestralidad, que cuando vienes a chivarte, nos estás ayu- dando a todos y que con ocultarte no mejoramos nada. Esa nueva tendencia que se abre paso aboga porque los sistemas de gestión tradicionales de identificación-evaluación-planifica- ción-implementación no se adaptan a las situaciones cambian- tes y complejas que nos encontramos hoy en día en la mayoría de los puestos de trabajo, y que nuestra gestión de la PRL debe centrarse en lo inesperado. Y es allí, amigo accidente laboral, donde es imprescindible, si queremos que seas cero, en que evolucionemos desde los sis- temas de gestión tradicionales hacia una cultura preventiva y un compromiso compartido por todos. En definitiva, que en el pa- tio del colegio todos se comporten como deben, niños y pro- fesores, y que tu papel como chivato ya no sea necesario. Sin esa cultura común de todos, un profesor, con un objetivo cla- ro marcado por el director del colegio, de tener cero conflic- tos durante el recreo, no escuchará cuando un chivato como tú, vaya a decirle que Fulanito ha pegado a Menganito. Ese pro- fesor ignorará al mensajero, con tal de no escuchar el mensa- je y poder cumplir con que su bitácora del día refleje una sa- tisfactoria ausencia de problemas para todos, incluido el direc- tor y los padres. Por suerte, amigo accidente laboral, la nueva ola en PRL im- pulsa el desterrar esa perniciosa misión de cero accidentes para que todos pasemos a tener una visión de cero accidentes. En definitiva, cambiar misión por visión . Y no es sólo un simple cambio de letra, es algo más profundo. Se trata de evolucionar de un objetivo de evitar accidentes a uno mucho más ambicio- so de tener entornos de trabajo seguros. Fundamentalmente es pasar de tener sistemas de gestión de riesgos, basados en el comportamiento humano como un problema, dónde tú, ami- go accidente laboral, sólo eres un número que conseguir, cero; a disponer de culturas preventivas basadas en el liderazgo, el aprendizaje, el compromiso de todos y la comunicación. La Ley de PRL nos ha llevado durante estos años a través de una primera etapa, basada en la tecnología, los medios y los sis- temas de gestión del riesgo. Y muchos siguen en esa etapa, con ese gran y perverso objetivo de cero accidentes como gran mantra. Y aun así, amigo accidente laboral, sigues apareciendo y desesperando a tanta gente que se pregunta qué pintas ahí, lo que hace que sea tentador tratar de no escuchar tu mensaje, que como buen chivato que eres, nos vienes a decir. Por eso es tan importante prestarte atención, amigo acciden- te laboral, pues en tu inocencia sólo pretendes decirnos que para cambiar de etapa debemos colocar a las personas en el centro de nuestra estrategia y empoderarlas para conseguir de todos un compromiso preventivo a largo plazo. Sólo entonces, por equilibrio natural y por arte de magia, como en el patio del colegio, dejarás de existir como chivato y pasarás a ser un niño más, que será invitado a los cumpleaños de su clase. Y créeme, no te echaremos de menos como chivato. Mientras llegue ese momento, y aunque parezca contradic- torio, para que mueras, para que desaparezcas, quiero que sepas que yo sí te escucho, que yo sí te amo, amigo acciden- te laboral.

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