seguridad laboral 159

94 Junio 2018 Articulo Tecnico Más información: [email protected] El mes de abril de este año marcó el momento de aplicación del nuevo Reglamento 2016/425 so- bre Equipos de Protección Individual. El reglamen- to, que remplazará la Directiva 89/686/EEC, eleva la protección auditiva a la categoría III (la que eng- loba a los EPI destinados a proteger frente a ries- gos mayores). A diferencia de una directiva, un reglamento tie- ne fuerza jurídica obligatoria en todos los Estados miembros de la UE (y en cada uno de ellos) y en- tra automáticamente en vigor a partir de una fecha determinada. Como parte de una nueva manera de percibir el riesgo, el reglamento eleva la protección auditiva a la categoría III (para EPI destinados a proteger fren- te a riesgos mayores). Por lo tanto, la protección auditiva se tratará ahora de la misma manera que, por ejemplo, los EPIs de protección respiratoria, an- ticaídas o productos que protegen de agentes biológicos noci- vos. En definitiva, la categoría III es una clasificación más riguro- sa que la categoría II en la que se encuentran, por ejemplo, las gafas de seguridad o el vestuario de alta visibilidad. Razones para el cambio Esta revisión se debe, por un lado, a la toma en cuenta de lo se- rio que es la exposición del oído humano al ruido extremo y, por otro lado, al progreso que ha hecho la tecnología desde la directiva anterior del 1989. Para obtener un certificado CE los productos de categoría II deben ser sometidos a un ensayo en un momento determina- do. Al pasar a la categoría III, los EPIs correspondientes preci- san, además del ensayo requerido para conseguir el certificado CE, una vigilancia continua mediante auditoría y ensayos sobre los lotes fabricados. Este cambio mejorara la calidad de los EPIs disponibles en el mercado y eliminará el uso de orejeras de baja calidad así como la presencia de EPIs no reglamentarios. Por qué es necesario La exposición al ruido en el trabajo puede ser muy perjudicial para la salud de los trabajadores. La pérdida auditiva como con- secuencia del ruido es la enfermedad profesional más común en Europa y representa aproximadamente una tercera parte de las enfermedades de origen laboral, por delante de los problemas de la piel y del sistema respiratorio. Una exposición al ruido, aunque sea de baja intensidad, puede resultar peligrosa. Una exposición al ruido por encima de 85 dB puede tener consecuencias irremediables. La intensidad para el El ruido bajo control Matthew Judson Director técnico de JSP La reclasificación de las orejeras permite eliminar EPIs fraudulentos y de baja calidad asegurando al usuario final de una protección fiable y segura. Foto: JSP. oído del ruido ambiente se duplica cada 3 dB más. Por ejemplo, un ruido de 88 dB tiene el doble de intensidad que un ruido de 85 dB. Además de aumentar el estrés y el riesgo que esto con- lleva, esto significa que con cada 3 dB más de ruido, el daño al oído se puede producir en la mitad del tiempo. Orejeras Hipoacusia ocupacional o pérdida de la audición a causa del tra- bajo es un daño que se puede evitar. Las orejeras están dise- ñadas para proteger al usuario del ruido extremo en entornos complicados. Estos EPIs cubren la oreja completamente. Se co- locan y se quitan fácilmente y se adaptan muy bien a trabajos donde el ruido es intermitente y/o donde la maquinaria se pone en marcha y se apaga. En lo referido al oído, es mejor prevenir que curar porque no hay cura a la pérdida de audición. Ningún trabajador debe- ría estar expuesto a un ruido superior al valor límite de expo- sición de 87 dB. Oír es clave. Se debe cuidar el oído en el entorno profesional tanto como en el entorno personal. Gracias a la nueva directi- va, tanto los compradores como los responsables de PRL y los usuarios pueden estar seguros de que las orejeras que eligen proporcionan el nivel de protección requerido. La pérdida auditiva como consecuencia del ruido es la enfermedad profesional más común en Europa

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