Formación de Seguridad Laboral 165

79 Mayo-Junio 2019 Más información: [email protected] prl en limpiezas especiales control de plagas y gestion de residuos esté realizando y es ahí donde difiere este sector de otros de- bido al desconocimiento, como indicábamos anteriormente, de la composición exacta del residuo. Segregación y almacenamiento La ley de residuos define cómo, cuándo y dónde tiene que ser almacenado un residuo dependiendo de su naturaleza. Y la obli- gación de realizar esto adecuadamente es del productor del re- siduo. Por lo tanto, la segregación y el almacenamiento en pri- mer lugar se harán en el origen de producción del residuo y las empresas encargadas de realizar la gestión del residuo lo reco- gerán en ese lugar. Esto conlleva que además de los riesgos di- rectamente relacionados con la gestión del residuo aparecerán y se sumaran los riesgos asociados a la actividad donde se pro- duce este. En este punto cabe destacar la importancia de una buena Coordinación de Actividades Empresariales previa (artículo 24 de la Ley 31/1995 ) para evitar o minimizar los posibles riesgos. Recogida y transporte Se recogen los residuos, se reorganizan por su composición o naturaleza y se almacenan para su posterior gestión final. En este punto habrá por lo tanto una manipulación del residuo, que dependiendo de su naturaleza podrá suponer contacto con agentes biológicos, agentes químicos, radioactivos, contacto con corrosivos, sustancias tóxicas… y todos los riesgos asociados a la manipulación de cargas como sobreesfuerzos, caídas al mismo y distinto nivel, caídas de objetos, golpes, cortes… En las instalaciones de almacenamiento de residuos, debido al gran peso de estos, se suelen utilizar equipos y herramientas de trabajo y vehículos para su transporte. Aparecen por lo tan- to los riesgos de atrapamiento, contactos eléctricos, atropellos o golpes, accidentes de tráfico, exposición a ruido, carga men- tal, fatiga visual, derivados de la falta de señalización y de acci- dentes de tráfico… Gestión final En este punto y dependiendo de la gestión final que se le quie- ra dar al residuo tendremos multitud de opciones y cada una de ellas tendrá unos riesgos específicos, dependiendo también del tipo de residuo que se esté gestionando. Si el tratamiento final que le quisiésemos dar al residuo fue- se la incineración, nos aparecería el riesgo de inhalación de ga- ses ya que se trata de quemar los residuos. Además, para intro- ducirlos en el horno se utiliza un puente grúa con el riesgo de carga suspendida. Otro ejemplo de tratamiento final es el compostaje. Se tra- ta de un proceso de fermentación del residuo para producir compost que se utilizará posteriormente. Asociada a esta ac- tividad aparece por lo tanto el riesgo por contacto de agen- tes biológicos y la creación de compuestos orgánicos voláti- les (COVs). La valorización de disolventes sería otro tratamiento final. Esta consiste en reciclar residuos de disolventes orgánicos des- tilándolos mediante diferentes tratamientos para obtener así como materia prima disolvente para su nuevo uso. Los disol- ventes habrá que almacenarlos en grandes cantidades creando con ellos riesgos tales como incendios o explosiones. Existen infinidad de tratamientos y combinaciones cada una de ellas con unos riesgos asociados. En este sector tan complejo es de vital importancia identificar y conocer qué se está manipulando. Si desde el origen se segre- gan y etiquetan correctamente los residuos será más fácil iden- tificar los riesgos y así poder evitarlos o minimizarlos. Para poder identificar los riesgos asociados a cada actividad habrá que desglosar las tareas que se realizan en cada una de ellas

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