Formación de Seguridad Laboral 172

47 Julio-Agosto 2020 Seguridad en catastrofes y emergencias Más información: [email protected] dad de barrera que proporciona el tejido debe analizarse en el ensayo del agente infeccioso correspondiente en función de la forma del agente biológico, los niveles de exposición, la na- turaleza del trabajo y el riesgo de infección. También debe te- nerse en cuenta el tipo de costura y la robustez mecánica del material. Protección respiratoria frente a riesgo biológico Las mascarillas para la protección contra el riesgo biológico de- ben tener como requisito mínimo la conformidad con los re- querimientos fundamentales indicados en la Directiva Europea 89/686/CEE (nuevo Reglamento UE 425/2016) otorgada por el cumplimiento de la normativa europea EN 149:2001+ A1: 2009 y, por consiguiente, marcados CE. La norma EN 149 clasifica los productos en las clases FFP1, FFP2 y FFP3 con eficiencia filtrante creciente. FFP1 > 78% FFP2 > 92% FFP3 > 98% Se diferencia entre facial filtrante desechable y facial filtran- te reutilizable (para varios turnos de trabajo). Para poder identificar la clasificación en el producto, se uti- lizan las siguientes marcas: NR , para faciales no reutilizables; R , para faciales reutilizables para más de un turno de tra- bajo. Si se efectúa el control de larga duración con polvo de do- lomita, el facial filtrante debe ser marcado D . Las mascarillas autofiltrantes se han desarrollado para redu- cir al mínimo la exposición a contaminantes de origen biológi- cos difundidos en el aire, pero no excluyen completamente el riesgo de exposición, infección y enfermedad. El nivel mínimo aceptable de protección -cuando estamos hablando de riesgo biológico- debe ser el que nos proporcio- na la mascarilla contra las partículas de clase FFP2, aunque la recomendación que desde Ramos STS hacemos cuando de riesgo biológico se refiere es mascarilla de clase FFP3, en la medida de lo posible sin válvula, aunque es admitido el uso de válvula para y según que exigencia. La normativa técnica europea no contiene alguna referencia específica a los métodos de ensayo para medir la eficacia de los respiradores contra el riesgo biológico, pero indirectamen- te han sido efectuados los siguientes test: BFE (Bacterial Filtration Effi cency) y FPR (Fluid Penetration Resistance), según la norma EN 14683:2005 para testificar la eficiencia de filtración bacteriana y la eficiencia contra la pe- netración de los fluidos; VFE (Virus Filtration Effi cency) para ensayar la eficiencia de filtración a los virus y a los agentes infectantes (bacte- ria, parásitos, hongos) del grupo 2 y 3 según lo estipulado por la Directiva Europea 54/2000/CE incluso ántrax, EET (encefalopatía espongiforme transmisible) y todos los vi- rus de la gripe. El simple hecho de llevar un equipo de protección perso- nal no garantiza la protección. El efecto protector de los tra- jes solo puede garantizarse si la prenda se pone y se quita de forma correcta y si se cumplen los procedimientos de trabajo adecuados. Si se quita un traje de forma incorrecta, la perso- na que lo lleva puede contaminarse, a la vez que el riesgo se multiplica dado que también existe para las personas que par- ticipan en la retirada de la ropa y desinfección de la persona y los desechos resultantes. Es importante insistir en el entrenamiento, conocimiento de los equipos, así como de responsabilidad respecto al riesgo que estamos expuestos, dado que un derrame o accidente químico puede atenderse a corto plazo, y controlarse, pero una infección puedo suponer la propagación. Para más información: www.sts-proteccion.com

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