Formación de Seguridad Laboral 180

/ Noviembre-Diciembre 2021 72 artículo técnico do el riesgo desaparece, las medidas temporales se desactivan. Las medi- das temporales complementan a las permanentes, pero no las sustituyen , aunque existen casos donde no es po- sible instalar la protección permanente siendo las medidas preventivas la única opción para minimizar riesgos. Protección externa Los pararrayos tienen como objetivo interceptar el rayo para conducir la co- rriente de forma segura a tierra. Un sis- tema externo de protección contra el rayo incluye un sistema de captación del rayo, un sistema de bajada para con- ducir la corriente del rayo a tierra y un sistema de toma de tierra que disperse la corriente en tierra. Además, se deben realizar conexiones equipotenciales que eviten las chispas peligrosas en la es- tructura protegida. Actualmente existen dos tipos de pa- rarrayos reconocidos por la normativa: las puntas Franklin y los pararrayos con dispositivo de cebado (PDC). Las puntas Franklin se instalan generalmente con otros conductores horizontales o malla- dos para formar el sistema captador. Los PDC se caracterizan por emitir un traza- dor ascendente para interceptar el líder descendente del rayo antes que el resto de elementos circundantes. De esta for- ma, aumentan el radio de protección cubierto por una punta Franklin e inclu- so pueden proteger zonas exteriores abiertas. Se recomienda que los PDC dispon- gan de un sistema de verificación in situ para comprobar su correcto funciona- miento en cualquier momento. Por eso, DAT CONTROLER ® REMOTE de Aplicacio- nes Tecnológicas S.A. dispone de auto- diagnóstico del cabezal que, mediante tecnología IoT (Internet of Things) envía el resultado del test al usuario. Así, no solo se tiene monitorizado el elemento de captación, sino que se ahorra tiem- po y costes de mantenimiento de la ins- talación. Protección interna La función de los protectores contra so- bretensiones es evitar que las corrientes del rayo, conducidas o inducidas, se in- troduzcan en los edificios con el riesgo consiguiente para los trabajadores. La corriente media del rayo es de decenas de miles de amperios y muy rápida, con lo que las protecciones eléctricas habi- tuales (magnetotérmicos y diferenciales) no actúan a tiempo para evitar su paso. Además, los protectores contra sobre- tensiones previenen la formación de chispas peligrosas en lugares con riesgo de explosión y también daños a los equi- pos de seguridad. Los protectores deben soportar toda la corriente del rayo que les llega y, a la vez, dejar una tensión que los equipos conectados a la línea sean capaces de soportar. Como no todos los protectores cumplen ambos requisitos, habitualmen- te se precisa una protección escalonada y coordinada, con varias etapas de pro- tección que actúen secuencialmente: se instalan protectores más robustos donde la línea penetra en la estructura y protec- tores más sensibles cerca de los puntos de conexión de los equipos. Protección preventiva La normativa distingue dos tipos de sistemas de detección de tormentas: detectores basados en campo elec- tromagnético y sensores de campo electrostático. Los únicos capaces de detectar todas las fases de la tormenta definidas en dicha norma, desde la fase inicial a la de disipación, son los detec- tores de campo electrostático. La me- dida del campo electrostático atmos- férico es el único indicador directo e inequívoco del riesgo de descarga de un rayo antes de que ocurra. Esto es de suma importancia porque para ejecutar las medidas temporales (por ejemplo, evacuar al personal presente en zonas abiertas) se requiere de un tiempo de anticipación suficiente. Asimismo, solo los detectores de campo electrostático son capaces de determinar objetiva- mente cuando el riesgo ha desapare- cido por disipación o alejamiento de la tormenta eléctrica.

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