Formación de Seguridad Laboral 181

/ Enero-Febrero 2022 98 artículo técnico L a mascarilla que llevamos normalmente por la calle se humedece en su interior al respirar, especialmente en invierno. Al respirar expulsamos, ade- más de aire, vapor de agua. En invierno lo podemos ver al cambiar de estado ga- seoso a líquido, formando el vaho que exhalamos. El vapor se condensa en mi- núsculas gotitas en apariencia de humo. Cuando respiramos, la temperatura del aire al exhalar está sobre los 35 ºC y la cantidad de vapor que contiene es del 95% de humedad relativa, muy cercana a la saturación. ¿Qué es la humedad relativa y la sa- turación? El aire atmosférico está compuesto de aire seco y vapor de agua. La hume- dad relativa relaciona en porcentaje la cantidad de vapor de agua (es un gas) con la cantidad máxima que admite el aire en el que está mezclado. Esa can- tidad máxima dependerá de la presión atmosférica y de la temperatura. Y tiene un límite, que llamamos estado de sa- turación. Si superamos esa cantidad de vapor, el exceso se condensa en las su- perficies más frías que encuentre. Si consideramos fija la presión atmos- férica, que dependerá de la altura a la que estemos respecto del nivel del mar, a mayor temperatura mayor capacidad de contener vapor de agua. Si la tempe- ratura desciende, ocurre al revés. Esto sucede cuando se enfría el aire por la mañana hasta alcanzar la temperatura de rocío y aparecen las gotas sobre las hojas de las plantas al amanecer. ¿Qué ocurre entonces? El aire de nuestra respiración está ca- liente y muy húmedo (unos 35 ºC y 95% HR, está muy cerca de su saturación en vapor de agua). Por esta razón, al en- friarse rápidamente con el frío aire ex- terior (5 ºC por ejemplo), alcanza muy pronto la temperatura de rocío (unos 34 ºC) y no le da tiempo a condensar- se fuera de nuestra mascarilla. Lo hará, por tanto, dentro de ella en mayor pro- porción que en verano. ¿Cómo podemos evitar esta conden- sación? Únicamente sería posible si se mantie- ne dentro de la mascarilla una tempe- ratura lo más parecida posible a la tem- peratura de exhalación. Deberíamos proteger del frío a la mascarilla con alguna prenda aislante y que nos per- mita respirar (por ejemplo, una bufanda o braga polar que nos tape, además del cuello, la boca). Y en el trabajo, ¿qué puedes hacer? Para proteger la mascarilla necesitaría- mos cubrirla con una prenda que nos permita respirar con comodidad, que no disminuya la respirabilidad. Y, ade- La mascarilla en invierno, ¿por qué se humedece más? M anuel C ortizas T urégano C onsultor en P revención de A sepeyo

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