Formación de Seguridad Laboral 200
/ Marzo-Abril 2025 100 protección de manos H ay una herramienta co- mún para absolutamente todos los trabajos y secto- res. Con sus cinco dedos y más de veinticinco huesos, hablo de nuestras manos. Nos permiten agarrar, sujetar, girar, tirar, empujar y un sinfín de operaciones que acometemos dia- riamente en nuestra vida cotidiana y laboral. Por lo tanto, debe ser prioritario cuidar de ellas. A menudo estrecho la mano de co- laboradores y siento la aspereza de su piel, la dureza de sus palmas, por no ha- blar de la grasa y restos de aceite usado que a menudo observo en las manos de mis compañeros. Ellos son mecánicos, trabajan a diario con vehículos introdu- ciendo sus manos en espacios recóndi- tos y manipulando productos y elemen- tos químicos, nocivos y, en ocasiones, corrosivos. El primer paso para proteger las ma- nos adecuadamente es un uso coheren- te de las herramientas y observar con detenimiento nuestro entorno de traba- jo. Probablemente, haya procesos en los que con eso sea suficiente. No obstante, el uso de equipos de protección indivi- dual (EPI) resulta necesario práctica- mente en todas las tareas del taller. Sin embargo, existe un sinfín de equipos de protección. Veamos algunos ejemplos: Guantes de protección mecánica Este tipo de guante protege frente a gol- pes, arañazos y cortes superficiales. Los hay de diferentes niveles según el mate- rial de composición y la protección que confiere. En el caso de España, donde opera mi empresa, esto viene regulado por diferentes normas de carácter euro- peo. La EN-388 describe precisamente los diferentes niveles de protección que debe cumplir un guante de estas carac- terísticas. La norma establece rangos para los siguientes riesgos: abrasión, corte, desgarro y perforación. Siguiendo este modelo, y teniendo en cuenta el tipo de actividades que se realizan dentro de un taller mecánico, es recomendable disponer de dos modelos de guantes. En nuestro caso se decidió dotar a los empleados de guantes de cuero para una mejor protección frente a actividades puramente mecánicas. No obstante, como indicaba al inicio del artículo, y como puede resultar evi- dente, el trabajo con vehículos resul- ta sucio, y se debe evitar el contacto cutáneo con productos nocivos como pueden ser el aceite usado o líquido de frenos, u otros productos químicos como desengrasantes o disolventes. La mejor solución en este caso son guantes mix- tos con recubrimiento de nitrilo que, si bien es cierto, pueden resultar más in- consistentes frente a riesgos de desga- rro y perforación, van a dar un resultado excelente para tareas en las que se deba introducir la mano en espacios sucios y pequeños o para tareas que no requie- ran fuerza o presión. Riesgos en el taller: la protección de las manos A lejandro D oménech R esponsable del S ervicio de P revención P ropio de A njana I nvestments
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