Formación seguridad laboral 157

132 Febrero 2018 Articulo Tecnico Más información: [email protected] La higiene industrial se define como el conjunto de procedi- mientos destinados a controlar los factores ambientales que pueden afectar la salud en el ámbito de trabajo. Se entiende por salud al completo bienestar físico, mental y social. El RD 486/1997 nos deja bien claro que el empresario tiene la obligación de mantener los lugares de trabajo en condicio- nes de limpieza. Si bien hay industrias en que forma parte (o debería formar parte) del propio proceso productivo de la empresa –como es el caso de la industria alimentaria o la farmacéutica–, cualquier actividad industrial debe cumplir con esta obligación, aunque su actividad productiva no incluya este apartado. En estos casos se presta a que dichos procesos se subcontraten. Pero estos trabajos de limpieza –ya sean ejecutados por una empresa subcontratada o se realicen con personal propio–, de- ben ser controlados por el servicio de prevención, dado que son un trabajo que contemplará productos químicos (detergen- tes y desinfectantes) y tendrán una carga física que dependerá directamente de los medios de aplicación, la cual deberá ser va- lorada ergonómicamente, sin menoscabo a estos trabajos, mu- chas veces relegados a horarios “no productivos”. Evaluación En primer lugar, hay que tener en cuenta el apartado de seguri- dad industrial , evaluando la seguridad de su manipulación y es- tableciendo las correspondientes medidas. Se realizará la eva- luación de higiene industrial asociada a los procesos de limpie- za: se van a manipular productos químicos y hay que evaluar los riesgos, comprobando las emisiones de los productos en las condiciones de uso (podemos encontrar disolventes orgánicos que puedan alterar el sistema nervioso central en caso de inha- lación, sustancias sensibilizantes o irritantes) y adoptar las me- didas oportunas. Pero la evaluación no se puede detener ahí: hay que com- probar las posibles incompatibilidades con los agentes químicos presentes en las instalaciones: los agentes de limpieza pueden presentar reactividad con otros agentes químicos, donde la va- riación de pH, la reacción con los materiales de las superficies o con restos de agentes químicos presentes pueden provocar la emisión de gases peligrosos, ¡incluso por la propia mezcla de agentes de limpieza incompatibles! Es necesario evaluar mediante técnicas como el “árbol de su- cesos” para prever cualquier situación. Son frecuentes situacio- nes en las que el personal aplicador empiece a padecer picor de ojos o tos por la emisión de gases irritantes resultantes de in- compatibilidades no previstas por falta de un análisis adecuado. Sistemas de aplicación Otro factor muy importante a la hora de evaluar los procesos de limpieza de superficies son los sistemas de aplicación. Hoy en día hay muchos sistemas diferentes que se adaptan a multi- tud de situaciones diferentes. Pero este escenario, a priori posi- tivo, es muy delicado en la práctica: elegir el material que mejor se adapta a los procesos de higienización-limpieza que se han diseñado es un reto y más en el apartado ergonómico . La va- riedad de instalaciones es infinita (cada empresa tiene su reali- dad) y cada una describirá unos procesos de higienización con agentes químicos y los sistemas de aplicación. Por lo tanto, va a ser clave la información–que encontra- remos en consultoras especializadas en estos procesos y su aplicación– que nos facilite realizar evaluación de riesgos de este proceso y proporcione una formación de los trabajado- res adecuada. Con ello, se beneficiará tanto el propio proceso como el sistema de prevención de riesgos laborales que ten- gamos establecido. Para más información: [email protected] Higiene en la industria Tesis-División Seguridad y Medio Ambiente

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