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97 Agosto 2015 Articulo Tecnico marcadas para impartir una formación con las máximas en cali- dad y rigor. Todo ello partiendo de que el perfil de que los téc- nicos es el de profesionales con gran experiencia en el campo de la prevención del sector de construcción, pero con algunas necesidades en obtener conocimientos de formación de forma- dores, en muchos de los casos. El objetivo para conseguirlo: im- partir una formación a formadores en los que su ámbito de apli- cación es el mundo de la prevención, sin olvidarnos del marco en el que nos movemos como es el sector de construcción, con unas características muy definidas y específicas. Se trata de un sector que determina, en buena medida, el rit- mo de la economía nacional y, a su vez, está directamente in- fluenciado por ella. En particular, es altamente sensible a la in- versión pública y privada, que responde, a su vez, a las crisis o auges del conjunto de la economía, lo que explica el carácter marcadamente inestable de la actividad del sector en compa- ración con el resto de actividades económicas, como estamos comprobando. La evolución del sector influye en el conjunto de la economía nacional, pero, a su vez, es de los sectores más sensibles a los ciclos de la misma. A esta inestabilidad mencionada se le suma que en el conjunto del sector de la construcción predominan las empresas de trabajadores autónomos y las empresas con me- nos de diez trabajadores, por lo que se puede definir como un sector atomizado, es decir, con un gran número de empresas de escasa dimensión, tendiendo por lo general a la subcontratación de empresas de esta índole. Otro de los aspectos es el de la clasificación de las profesio- nes u oficios del sector, aspecto que está altamente ligado a la formación. La articulación de una clasificación profesional sec- torial es una de las asignaturas pendientes del sector, por contar éste con multitud de profesiones no sólo específicas, sino trans- versales y afines a otros sectores, y un sistema de aprendizaje y promoción fuertemente asociado a la experiencia adquirida en Para ello, me gustaría plasmaros mi parecer sobre cómo debe impartirse dicha formación en materia de preven- ción, teniendo en cuenta a quién va dirigida y por quién es impartida. Todo ello fundamentado en mi experiencia diaria como técnico de prevención y a la vez como for- mador en todos sus niveles, desde el aula permanente, se- gundos ciclos por oficio, cursos de nivel básico, hasta su grado máximo en la docencia en el Máster del Prevención de Riesgos Laborales. Estas conclusiones, a continuación mostradas, están ya experimentas y documentadas en la tesina realizada a través del Máster de Formación de For- madores, cursado en la Universidad Autónoma de Bar- celona, y que se comunicó en el V Congreso Internacio- nal de Formación celebrado en Granada en el año 2010. Uno de los primeros principios para conseguir una bue- na impartición de formación se basa en lograr la interven- ción de los docentes en la propia planificación del curso, no limitándose simplemente a la impartición de la jornada del curso, debiendo participar en los procesos anteriores, dan- do su opinión y aportando su experiencia en la planificación y preparación del curso (incluso, en algunos casos, en el diseño del mismo o en la elaboración de los textos, debiendo conocer las condiciones que rigen y afectan a cada curso, dependiendo de la caracterización de los grupos de alumnos). Metodología didáctica Se debe hacer especial hincapié en la metodología didáctica y, sobre todo, en base a los contenidos marcados por la norma- tiva, que se impartan con habilidades que motiven de cara al tema a impartir y que conecten con los objetivos que se desean alcanzar por parte de los alumnos y de las empresas. La necesaria y obligada homogeneización de la formación se ha ido convirtiendo en objetivo prioritario, establecer pautas comunes que afectarán a todos los formadores en cuanto a contenidos, materiales, duración, etc. de cada uno de los cursos que se imparten desde los distintos departamentos de preven- ción y formación. Para conseguir este primer principio en la im- partición de la formación, se debería crear un proyecto consis- tente en impartir una formación específica de formación de for- madores a todos los técnicos que impartan esta formación, para adquirir habilidades docentes, conocer estrategias metodológi- cas, conocer recursos para la impartición de formación, adquirir técnicas de motivación en los alumnos y resolución de conflic- tos en el aula, con el objetivo de conseguir las nuevas estrategias La articulación de una clasificación profesional sectorial es una de las asignaturas pendientes del sector de la construcción

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