Formación de Seguridad Laboral 166

94 Julio-Agosto 2019 bienestar laboral Más información: [email protected] qué áreas puede ser más necesario centrarse es muy poco cos- toso por los beneficios que nos puede aportar. Dicho de otra manera, un diagnóstico debería ser el paso previo e indispen- sable al diseñar cualquier programa o acción. El bajo porcenta- je de empresas que dicen haber hecho un diagnóstico específi- co con el elevado porcentaje de empresas que sí han llevado a cabo alguna acción, nos lleva a una pregunta de la que no sé si quiero saber la respuesta: ¿en base a qué están decidiendo las empresas llevar a cabo unas acciones u otras, o a destinar una determinada carga presupuestaria y no otra? Esta es otro reto o reflexión al que se deberán enfrentar las empresas en los próxi- mos años: diseñar y llevar a cabo la estrategia de empresa salu- dable basada en necesidades detectadas y no como simple mo- vimiento de cara a la galería. En resumen, los resultados del estudio pueden considerarse positivos por el avance que se ha hecho en los últimos años. Sin embargo, el siguiente reto para las empresas será que se doten de una estrategia clara y con la carga presupuestaria que se me- rece si realmente quieren poder decir que se han convertido en empresas saludables. dad y salud no sean ahora suficientes o adecuadas para un enfoque más centrado en la promoción de la salud. Sin duda, esto abre el debate de la necesidad de crear departamentos nuevos, con perfiles profesionales nue- vos que puedan liderar este cambio hacia el bienestar, un concepto más sistémico y transversal. Sin duda, de- ben ir unidos de la mano: bienestar, salud y seguridad. Un aspecto muy positivo del estudio es el crecimien- to del número total de iniciativas llevadas a cabo en el período 2015-2018 por el total de empresas encuesta- das. Y siguiendo con el enfoque de promoción de la sa- lud, resulta gratificante ver cómo las iniciativas centra- das en la promoción de hábitos saludables casi se han duplicado en cuatro años. Sin embargo, los resultados sobre la carga presupuestaria aún distan de ser los de- seados. Si bien la dotación económica para estas ini- ciativas parece tener un leve crecimiento año tras año, este crecimiento no se corresponde con el impacto que real- mente pueden tener en la salud de los trabajadores. En otras palabras, si las empresas tuvieran indicadores objetivos del im- pacto que tienen acciones básicas en materia de salud, estoy seguro de que la dotación económica sería mucho mayor. Así pues, otro reto al que se deberán enfrentar las empresas es a cuantificar de forma lo más objetiva posible qué beneficios es- tán teniendo esas iniciativas y no quedarse únicamente con las buenas o malas sensaciones, que no ayudan a la continuidad de esas iniciativas. Iniciativas saludables Finalmente, otro aspecto destacable es la fundamentación o justificación en la que parecen basarse muchas de las iniciativas saludables. Si bien las cifras en relación al número de iniciativas y el porcentaje de empresas que han hecho al menos una inicia- tiva son muy positivas, esto contrasta con la falta de diagnósti- co del problema o necesidad. Un diagnóstico específico sobre el estado de salud de los trabajadores que ayude a determinar en

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