Fsl-LATAM 005

17 Primer semestre 2018 Una deshidratación del 2% del peso corporal no sólo pro- duce sed y una disminución del rendimiento físico sino que afec- ta al rendimiento intelectual (memoria a corto plazo, atención, fatiga, facultades aritméticas, velocidad psicomotriz, rapidez de decisiones perceptivas…). Conforme aumenta la deshidratación, la sintomatología se va incrementando hasta llegar al colapso e incluso la muerte. Una deshidratación de entre: El 3% y 5% puede causar boca seca, reducción de la excre- ción renal, dificultad de concentración y rendimiento cogniti- vo, hormigueo en las extremidades, somnolencia, impacien- cia, náuseas e inestabilidad emocional. El 6% y 8% causa alteración grave de la termorregulación, incre- mento del ritmo cardíaco y respiratorio, mareos, dificultad para respirar y hablar, hormigueo, adormecimiento de las extremi- dades, confusión mental, debilidad muscular y labios azulados. El 9% y 11% provoca espasmos musculares, delirios, proble- mas de equilibrio y circulación, lengua hinchada, fallo renal, disminución del volumen sanguíneo y la presión arterial. Po- sible colapso si el ejercicio se combina con calor. Muchas veces la deshidratación puede pasar desapercibida; sin embargo, todas estas situaciones se traducen en un descen- so de la productividad y un aumento del riesgo laboral. La deshidratación contribuye a poner la vida en peligro Pautas para una hidratación saludable Es muy recomendable reponer la cantidad adecuada de líqui- dos durante toda la jornada con una pauta normalizada que for- me parte de los protocolos laborales según el tipo y la intensi- dad del trabajo. El Instituto de Investigación de Agua y Salud (IIAS) considera que beber entre 2 y 3 litros de agua diarios es una pauta básica para mantener nuestra hidratación de forma adecuada y mejo- rar nuestra calidad de vida. Por ello, nos aconseja beber al me- nos 8 vasos de agua al día, uno en cada comida y el resto repar- tidos durante el resto del día. Los factores ambientales juegan un papel muy importante en la necesidad de hidratación, como son la temperatura y la hu- medad relativa del lugar o lugares donde se realiza. En términos generales, la ingesta adecuada de líquidos, gene- rando un balance hídrico, podrá compensar los descansos re- comendados, un programa de hidratación oral, o las inversio- nes en este rubro, ya que adicional a que puede prevenir acci- dentes y enfermedades, tiene un impacto directo en la produc- tividad durante la jornada laboral, así como en la calidad de vida del trabajador. Clima templado. Clima cálido (construcción, siderurgia, agricultura, pesca, minería, bomberos…). MEXICO

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