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Adolfo Hernández Consultor Sr. en Salud Ocupacional

Pandemia y Salud Ocupacional en Argentina

pandemia argentina

El Virus del SARS Co-V-2 ha ocasionado una pandemia de la cual aún se buscan las herramientas que permitan al mundo festejar su finalización.

El primer caso de un paciente con el nuevo coronavirus fue identificado en diciembre del año 2019 en el mercado de Wuhan situado en la lejana República Popular China. Con el transcurso del tiempo, fueron descubiertas diferentes cepas, entre ellas la asiática, la europea y la estadounidense que retroalimentaron los esfuerzos de la ciencia y de las naciones en pos de la búsqueda de respuestas y soluciones.

Pasaron sólo tres meses, durante los cuales los argentinos observábamos a la distancia el crecimiento exponencial de casos y la evolución de lo que sería una pandemia sin precedentes.

Primer caso nacional

El 3 de marzo de 2020, la República Argentina confirmó, con espanto y asombro, su primer caso de un paciente positivo para COVID.

La detección del genoma viral demostró que las tres cepas conocidas hasta el momento circulaban en nuestro país en forma simultánea, situación que no implicó grandes diferencias en las estrategias planteadas desde los organismos rectores debido a que el cuadro clínico y la evolución de la enfermedad producida para cada una, no mostraba un curso distinto.

Las fuertes medidas sanitarias adoptadas inicialmente a nivel gubernamental convocaron a los distintos subsistemas coexistentes, incluyendo los relacionados a la salud, al trabajo y a la seguridad social, representados a su vez por organismos tanto públicos como privados en acciones conjuntas.

Así, se decretaron restricciones a la circulación de los ciudadanos, se discontinuó la concurrencia a los establecimientos educativos y a los lugares de trabajo quedando exceptuados los colaboradores considerados esenciales. Se redujeron todas las actividades que presentaban riesgo de contacto interhumano como las de esparcimiento, los deportes, y el entretenimiento como cines, bares y restaurantes.

Se incentivaron el trabajo remoto, las entregas a domicilio de alimentos e insumos farmacéuticos y el transporte publico quedó restringido a trabajadores esenciales.

Estas fuertes y controversiales medidas tuvieron como objetivo demorar el pico de casos y ganar tiempo para fortalecer al sistema de salud a fin de no saturarlo. Es probable que las mismas fueran impulsadas por la información desgarradora que nos llegaba desde los países europeos: falta de camas, de oxígeno, agotamiento de los profesionales de la salud, personas muriendo en la calle sin llegar a ser asistidas, cementerios saturados acompañada de una nueva epidemia: la Infodemia masiva.

Las restricciones de transporte y el cierre de comercios generaron un aumento de los índices de desempleo con marcada pobreza e indigencia y quiebra de empresas de los más variados rubros y tamaños.

La situación crítica que el país se encontraba atravesando causó que algunas grandes compañías se retiraran de Argentina. Entre ellas BASF, PPG, 3M, Latam para vuelos de cabotaje, Falabella y Sodimac.

Avances y retrocesos

En esta larga y dinámica situación epidemiológica que transcurrimos, existieron múltiples avances y retrocesos en las fases, diferenciadas en las distintas localidades del país y relacionadas a la cantidad de casos activos detectados, la tasa de duplicación viral, el porcentaje de camas disponibles en sala y en unidades críticas, entre otras variables.

Podemos decir que, en un principio, fueron instancias efectivas desde el punto de vista sanitario: hacia la primavera el hemisferio austral comenzó a mostrar una reducción de casos, con la consiguiente desescalada y liberación de las restricciones.

Además, las expectativas alentaron a la población con la llegada de las primeras dosis de vacunas, la negociación con diferentes laboratorios y la puesta en marcha del plan de inmunización masivo con su población objetivo según etapas diferenciadas.

Actualmente, con el comienzo del otoño, el número de casos mostró un crecimiento alarmante y exponencial, con niveles pico que superan ampliamente los de la primera hora. Las localidades que, hasta el momento, se ven excluidas de esta situación, aguardan este incremento a la brevedad, aunque se espera que la duración sea menor.

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