Incorporar la perspectiva de género en la gestión de los riesgos y condiciones de trabajo permite crear puestos seguros y saludables para todas las personas. Un imprescindible para las organizaciones que quieran ir más allá de la normativa y las evaluaciones, y utilizar todos los recursos disponibles para trabajar en la mejora continua de su entorno.
Con este objetivo nace DIGEN, una sencilla herramienta de autodiagnóstico con la que cada organización puede identificar diferencias de género en los riesgos laborales para valorar el estado de integración de la perspectiva de género en su gestión preventiva. Un recurso que puede ayudarnos internamente a decidir dónde intervenir para que podamos priorizar acciones de mejora.