Javier Díaz
Javier Díaz Responsable técnico ASEPAL

Guantes de protección anticorte

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Las dudas acerca de guantes de protección contra riesgos mecánicos suponen un gran porcentaje de las consultas que los responsables de salud y seguridad en el trabajo nos hacen llegar a ASEPAL, concretamente dudas relativas a la protección contra el corte. En este artículo pretendemos dar una visión general de lo que indica la normativa acerca de esta protección y dar alguna indicación que pueda servir para orientar la selección de este tipo de EPI.

¿Qué norma aplica a la protección frente a riesgos mecánicos?

La norma que establece los requisitos de protección para las manos frente a los riesgos mecánicos es la EN 388:2016+A1:2018. Según esta normativa, un guante de protección frente a riesgos mecánicos debe ofrecer protección frente, al menos, uno de los siguientes riesgos: abrasión, corte, punción o rasgado. Para ello, debe presentar un nivel mínimo de prestación de 1 frente a los riesgos de la tabla 1, o al menos el nivel A de resistencia al corte TDM (véase tabla 2). En las tablas que mencionamos, a mayor nivel de prestación, mayor es la protección ofrecida por el guante frente al riesgo correspondiente.

Cuando hablamos de protección frente al corte, nos referimos a la protección en situaciones como manipulación de superficies como chapas y filos metálicos en trabajos de construcción, forja, chapistería, etc. La EN 388:2016+A1:2018 no cubre el riesgo de corte por cuchillos o sierras de cadena.

Si en una aplicación determinada se requieren un nivel de protección al corte de mayor alto nivel, como corte por cuchillos, deberíamos considerar EPI que se hayan evaluado con otras normas, como por ejemplo la EN 14328 que define la protección mínima para guantes de protección contra cuchillos.

 

Tabla 1. Requisitos de prestación definidos en la EN 388:2016+A1:2018.

Propiedad Menor protección  

 

Mayor protección
Resistencia a la abrasión 1 2 3 4
Resistencia al corte por cuchilla 1 2 3 4 5
Resistencia al rasgado 1 2 3 4
Resistencia a la perforación 1 2 3 4

 

Tabla 2. Requisitos de prestación de resistencia al corte TDM.

Propiedad Nivel A Nivel B Nivel C Nivel D Nivel E Nivel F
Resistencia al corte (N) 2 5 10 15 22 30

 

Dos métodos de evaluar el corte complementarios

Cuando hablamos de protección contra el corte, la pregunta que nos suelen plantear es qué requisito, de los dos contenidos en la EN 388:2016+A1:2018, proporciona mejor información acerca de la protección que ofrece el guante frente al corte. La respuesta se halla profundizando en la naturaleza del ensayo que se utiliza en cada caso.

En el ensayo de resistencia al corte por cuchilla, una cuchilla circular corta la muestra de ensayo bajo fuerza constante. Con el número de ciclos de rotación necesarios para cortar la muestra, se obtiene el índice de protección del guante. Sin embargo, el desarrollo de materiales con alta resistencia al corte produce un embotamiento de la cuchilla circular, haciendo difícil evaluar la prestación al corte del guante.

En caso de embotamiento, se opta por aplicar otro método (TDM) que aplica un movimiento lineal bajo una fuerza creciente para evaluar qué fuerza es necesaria para producir el corte del material del guante.

Como vemos, ambos métodos evalúan la resistencia del EPI a ser cortado, pero hay tanta disparidad entre ellos, que no son comparables, aunque ofrecen una información que resulta complementaria. Por tanto, no podemos hablar de que un método ofrezca mejor información de la resistencia al corte que el otro.

¿Qué debo considerar a la hora de hacer la selección del guante?

En la selección del guante, en la evaluación de riesgos laborales, deberemos recopilar información acerca de:

  • materiales de los objetos con los que se trabajará (papel, metal, madera…);
  • geometría de los objetos cortantes (rebabas, filos de los objetos);
  • fuerza esperada del corte (simple contacto con el filo, cuchillo sometido a fuerza, etc.);
  • movimiento de corte, etc.

También deberemos tener en cuenta las condiciones relacionadas con las tareas que pueden tener impacto sobre el confort que experimentará el usuario. Se tendrán en cuenta las condiciones de humedad, temperatura, desteridad necesaria, etc. Tendremos que asegurarnos de que todas las partes expuestas al riesgo estén cubiertas, seleccionando un rango de tallas y diseños que permita ajustarse a la anatomía de la persona.

Como siempre, en ASEPAL estamos abiertos a responder a las consultas que los responsables de salud y seguridad en el trabajo nos puedan plantear en relación a este y otros asuntos relacionados con la normativa asociada al EPI. Una de las vocaciones de ASEPAL, desde sus inicios, ha sido la de brindar orientación en lo relativo a la normativa aplicable a EPI a todas aquellas personas que tengan la responsabilidad de seleccionar un EPI.