En la industria alimentaria, los procesos y procedimientos están muy enfocados en garantizar la seguridad alimentaria de los productos que se distribuyen. En todas las empresas hay un gran afán por conseguir que todos los trabajadores interioricen las normas que aseguren un buen tratamiento del producto. No obstante, es imprescindible que los trabajadores interioricen, mejor si cabe, las normas de seguridad en prevención de riesgos laborales, ya que el buen funcionamiento de una empresa depende en gran medida del buen estado de salud de sus trabajadores.
Conseguir un equilibrio entre productividad y seguridad acaba siendo un reto para cualquier departamento de PRL. Los trabajadores tienden a pensar que trabajan más rápido si incumplen las normas básicas o trabajan más cómodos sin EPIs. Por ello, es indispensable crear rutinas conjuntas de desempeño de trabajo y pactar con los trabajadores los EPIs que, cumpliendo la normativa, les permitan trabajar sintiéndose cómodos y, sobre todo, sintiendo que es su decisión ya que su implicación es clave en este punto.
Formación
Una formación adecuada y continua permite agilizar el proceso colaborativo con los trabajadores y es la pieza clave en la prevención de riesgos laborales. No obstante, la organización de cursos o talleres prácticos, se constituye como uno de los obstáculos más difícilmente salvables en cualquier organización. Tener que reorganizar los turnos para que los trabajadores puedan asistir a la formación es, en ocasiones, tarea difícil, cuanto más hacer que los trabajadores acudan a la formación fuera de su jornada laboral, aunque sea de forma puntual. Pero si hablamos de chóferes o repartidores, cuya jornada laboral no es fija y está sujeta a condicionantes externos como el tráfico o la situación meteorológica, la planificación de la formación se complica considerablemente.
Vigilancia
Estas dificultades se unen, además, al sentir general de los trabajadores de que ya son conocedores de sus riesgos y saben cómo deben trabajar. Es por ello que la vigilancia constante del trabajo por parte de los departamentos de PRL y la atención detallada ante cualquier situación de riesgo se convierten en imprescindibles para evitar los temidos accidentes de trabajo. En este punto, la colaboración del comité de salud y seguridad es básico, ya que los propios trabajadores, desde dentro, de igual a igual con sus compañeros, pueden reforzar las buenas prácticas y reprobar las actitudes o comportamientos que puedan resultar peligrosos en el desempeño del trabajo diario.
