Director Servicio de Prevención Mancomunado del Grupo ENCE
Juan Ignacio Ibáñez Pérez Director Servicio de Prevención Mancomunado Ence

Seguridad y salud en el sector de la pasta de celulosa y la bioenergía

Foto-ENCE

La prevención de riesgos en el trabajo es una especialidad en constante evolución, con la complejidad de que para alcanzar la excelencia se requiere de la armonización de diferentes iniciativas, pero al mismo tiempo, con la finalidad enriquecedora de preservar la salud de personas. Su gestión efectiva, pasa por tener en cuenta tres preceptos:

  • Liderar la seguridad con el ejemplo, clave para cualquier cambio cultural.
  • Seguridad basada en convencer, no vencer. Las personas cambian sus hábitos por convencimiento, no por obligación.
  • El compromiso con la seguridad es el termómetro de la fortaleza de la organización, poner la salud de las personas en el foco principal del sistema, va a requerir optimizar los procesos y hacerlos más eficientes, esto va a traer consigo la mejora del resto de aspectos de gestión industrial y los resultados (véase el ejemplo de Paul O´Neill CEO en Alcoa, 1987-1999).

Algunas de las claves para construir una estructura robusta de prevención de riesgos en el negocio de la producción de pasta de celulosa y bioenergía, serían:

Liderazgo y responsabilidad de la dirección: la más alta dirección ha de ser el primer impulsor de la seguridad en su organización como criterio de primer orden, fomentando y demandando un compromiso visible de toda la línea de mando, evidenciada en sus acciones y en su gestión.

Todos los accidentes/incidentes pueden ser prevenidos: las incidencias no ocurren por casualidad, todas tienen su causalidad, por ello, su investigación constructiva es una oportunidad para la mejora continua del sistema, corrigiendo deficiencias que puedan derivar en daños mayores. Para ello es necesario, construir una relación de confianza donde las incidencias se afloren como un hábito natural, y hacer un análisis profundo de las mismas, identificado las causas raíz y contributivas y desarrollando acciones correctivas y preventivas adecuadas que eviten su repetición. También su adecuada difusión es una potente herramienta para crear conciencia preventiva y trabajar en el área de rendimiento humano.

Capacitación.  Los aspectos culturales, se aprenden y entrenan. Ha de desarrollarse un plan de capacitación en seguridad específico para cada puesto, refrescado continuamente, que huya de generalidades. Cada persona tiene que trabajar de forma segura, conociendo los riesgos asociados a sus tareas y al entorno/proceso en el que las realiza, así como, las medidas preventivas que los minimizan.

Herramientas para el ejercicio de la seguridad: son múltiples y complementarias (seguro que alguna vez hemos visto ese esquema de láminas de queso gruyere, donde los huecos de una lámina son cubiertos por la siguiente) Su finalidad es el eliminar la improvisación, fomentar que los trabajos siempre sigan un análisis previo, y se hagan de acuerdo un plan en el que se han identificado riesgos y medidas preventivas. Destacaría tres:

  • Evaluación de riesgos, desarrollada por expertos en seguridad, conocedores del detalle de la tarea, y de las condiciones del área y sus procesos. Se han de revisar y compartir con los trabajadores periódicamente.
  • Procedimientos operativos, para operaciones de rutina. Estandarizar siempre es la mejor opción para trabajar seguro
  • Permisos de trabajo, para las tareas menos habituales, que identifiquen riesgos y medidas preventivas, producto del trabajo colaborativo de: planificador (por cuenta de quien se hace el trabajo), ejecutante (el que hace el trabajo) y autorizante (responsable del área).
  • Observaciones preventivas de seguridad: la línea de mando ha de ejercer su liderazgo en seguridad supervisando los trabajos en campo: reforzando conductas seguras, corrigiendo de forma constructiva las desviaciones, y buscando el compromiso de los trabajadores con un desempeño seguro.

La producción de pasta de celulosa y bioenergía, tiene riesgos comunes a otras actividades industriales, su prevención se fundamenta en el uso eficaz, entre otras, de las iniciativas antes presentadas. Los principales serían:

  1. Trabajos en altura, es clave el uso de protección colectiva y/o individual en correcto estado, y la revisión previa de los puntos de acceso al lugar de trabajo; también, la prohibición absoluta de transitar sobre tanques.
  2. Trabajo en espacios confinados, tienen que estar bien planificados (recomendable el uso de permiso específico), realizarse en equipo con la presencia continuada de un supervisor/vigilante que se pueda comunicar de forma efectiva con los trabajadores, con mediciones continuadas o periódicas de los contaminantes susceptibles de estar en la atmósfera, y el acopio previo de los elementos necesarios para un eventual rescate.
  3. Bloqueo y consignación de equipos, antes de intervenir sobre un equipo o instalación han de estar ‘desenergizadas’ todas las fuentes de energía presentes (principales y residuales), para evitar su puesta en marcha de forma intempestiva Se hace de acuerdo a un protocolo estandarizado de: bloqueo, consignación, señalización y prueba, preferiblemente siguiendo croquis específicos de consignación por equipo.
  4. Izado de cargas, se debe: balizar y respetar la línea de fuego, revisar el eslingado de las cargas, los cálculos de capacidad de los elementos de izado y sujeción, y su estado. Es recomendable el uso de permisos específicos.
  5. Trabajos en caliente, requieren la evaluación previa del entorno, eliminando/asilando materiales combustibles, dotando de recursos para extinguir un potencial incendio, y supervisando continuamente la ejecución (incluido un periodo adicional a su finalización).
  6. Trabajo en entornos con sustancias químicas, pasa por: tener un completo inventario de las sustancias químicas presentes, conocer sus riesgos (corrosividad, inflamabilidad, toxicidad, explosividad, etc.) por parte de las personas involucradas en el trabajo y definir de forma inequívoca las medidas preventivas a observar.
  7. Interacción entre personas, vehículos y maquinaria pesada, debemos definir las zonas de tránsito para cada uno de ellos, y respetar las distancias de seguridad, también, las normas de preferencia en las zonas de interferencia.
  8. El adecuado orden y limpieza es garantía para evitar algunas incidencias habituales, como: caídas al mismo nivel, tropiezos, resbalones, torceduras, caídas de objetos y herramientas desde zonas más elevadas, conatos de incendio, etc.