seguridad laboral 153

80 Junio 2017 Más información: [email protected] absentismo y prl -¿Qué datos y cifras manejan relacionados con el absentismo laboral? Trabajamos con la base de datos de toda nuestra población protegida, lo que nos permite estudiar las estadísticas de prác- ticamente 700.000 trabajadores y su evolución en los últimos 20 años. -¿Es preciso redefinir qué se considera absentismo y diferen- ciar entre el legal y el fraudulento, tanto por parte de trabaja- dores como por parte de las empresas? Estamos totalmente conformes con la necesidad de definir uní- vocamente qué es absentismo y cómo medirlo. El absentismo, entendido como ausencias en el puesto de tra- bajo cuando existía la obligación de estar trabajando, a nivel glo- bal lo conocemos por las estadísticas trimestrales del INE, que para 2016 cuantificaba en un global de 4,98%, de los que 3,41% fueron por incapacidad temporal (IT), por motivos de salud. De hecho, la reactivación económica ha sido paradójica, dado que ha truncado la tendencia descendente, que de 2007 a 2013 redujo el absentismo por IT un 36%, y ya lleva un incremento acumulado de 26,5% desde 2013. Pero el análisis del INE profundiza poco más. Y eso a pesar de que la información de todos los casos de IT están contabi- lizadas en las bases de datos de la Seguridad Social. Ayudaría a entender el fenómeno que esa información se tratase y analiza- se oficialmente. -El absentismo vinculado a las malas o nulas prácticas preventi- vas empresariales (de carácter ergonómico, psicosocial…), ¿qué consecuencias en cuanto a costes y salud laboral producen? Seguro que hay empresas que todavía no están aplicando bien la prevención, igual que seguro que hay trabajadores que no uti- lizan sus EPIs o tienen prácticas inseguras, pero en general la im- plementación de la Ley de PRL desde 1995 es la historia de un éxito que, con el trabajo de todos los agentes implicados, nos ha permitido reducir la siniestralidad laboral en más de un 70%. Aun así, hablando de prevención siempre se puede hacer aún más. -¿En qué medida la infradeclaración de enfermedades profesionales sesgan y distorsionan los datos existentes en torno al absentismo? De forma anecdótica. Es bien conocido que el sistema español tiende a la sobredeclaración de procesos como laborales, dado que se conlleva mejor atención asistencial, menos costes para la empresa e, incluso, mayores indemnizaciones para el trabajador. Conviene aclarar que las enfermedades profesionales están contabilizadas, de una manera u otra (como tal, como acciden- tes de trabajo y en algunos casos como enfermedades comunes), pero las ausencias están incluidas. Por tanto no entendemos que distorsionen las cifras de absentismo. -Una mala gestión del absentismo, ¿puede derivar en la otra cara de la moneda, es decir, en un presentismo laboral, exis- tiendo el peligro de que el trabajador acuda a su puesto aun cuando no debiera por motivos de salud? ¿Qué datos existen en torno a este aspecto? La dificultad para medir si la gente enferma está trabajando, y si esto tiene malas consecuencias en todos los casos, es similar a la de separar el absentismo voluntario del que no lo es. Por eso no existen datos al respecto, al menos que conozcamos. -Los expertos en prevención de riesgos laborales consideran que la solución a los costes derivados del absentismo laboral no debe menoscabar en ningún caso la seguridad de los trabaja- dores. ¿Cuáles son las medidas a adoptar con urgencia para que esto sea una realidad? Los logros conseguidos en los últimos 20 años nos confirman que vamos en el buen camino en la implementación de la cultura preventiva y que en ningún caso hay que reducir la inversión en prevención. No vemos una solución general: cada empresa debe analizar sus áreas de mejora en prevención y las medidas a adop- tar en cada caso. No obstante, también conviene resaltar que el grueso del ab- sentismo, el 88%, hay que buscarlo en la conocida como contin- gencia común. Desde ese punto de vista quizá el debate también podría girar en torno a la importancia de hábitos de vida saluda- ble y entorno de trabajo donde se promuevan los mismos. “Estamos totalmente conformes con la necesidad de definir unívocamente qué es absentismo y cómo medirlo” Héctor Blasco García Director gerente de umivale

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