seguridad-laboral 155

103 Octubre 2017 Más información: [email protected] Al igual que en el caso del arrollamiento, cuando se trabaja en una vía electrificada se deben cumplir los requisitos establecidos por el administrador ferroviario para evitar accidentes con la ca- tenaria. Existen figuras específicas, como el encargado de traba- jos y piloto de catenaria, que tienen asignadas funciones de su- pervisión y control de los protocolos existentes, de manera que se puedan realizar los trabajos sin corriente. Naturalmente, son de obligado cumplimiento las cinco reglas de oro en trabajos eléctricos, el respeto de las distancias de se- guridad estipuladas en el RD 614/2001 y la cualificación de los trabajadores que ejecutan dichos trabajos. Otros riesgos Al principio, habíamos comentado que, aunque de menor im- portancia en cuanto a sus consecuencias o gravedad, existen otros riesgos en los trabajos ferroviarios que hay que tener en cuenta, debido a su gran frecuencia. Entre estos riesgos pode- mos destacar la pisada sobre objetos, los sobreesfuerzos, las caídas a diferente nivel (sobre todo ligadas al montaje de cate- naria, los acopios de material ferroviario o por trabajos en zo- nas con caídas de altura), la exposición a temperaturas extre- mas, la exposición a ambientes polvorientos (balasto) y las caí- das al mismo nivel. Estos últimos se materializan como acciden- tes debido, básicamente, a las condiciones del entorno, ya que las vías en balasto son superficies irregulares y ligeramente ines- tables, lo cual favorece la producción de accidentes asociados a este tipo de riesgos. Si se analizan las estadísticas, hay que hacer notar la alta fre- cuencia de lesiones de tobillo a causa de malas pisadas y de le- siones musculares debido a que este trabajo es, físicamente, muy pesado. Todos estos riesgos se ven acrecentados por el hecho de que, en la mayoría de los casos, el trabajo se realiza en horario noc- y unas figuras específicas responsables de su supervisión y apli- cación en la vía (encargado de trabajos, responsables de briga- das, pilotos de vía, etc.) y los producidos por maquinaria propia de la obra, donde debe ser la propia contrata la que debe esta- blecer un protocolo para evitar arrollamientos de sus trabajado- res. Siempre que se vaya a realizar un trabajo en el dominio fe- rroviario se debe informar del mismo al administrador de la in- fraestructura (ADIF, FEVE, FGC, METRO, FGC, etc.) y aplicar la normativa específica de cada administrador. Para evitar los accidentes por arrollamiento durante la reali- zación de estos trabajos, es fundamental cum- plir estrictamente los protocolos existentes. Sin entrar en el detalle de los mismos, po- demos señalar la coordinación de actividades empresariales, la minimización de concurren- cia, las protecciones colectivas como los valla- dos de gálibo cinemático y los sistemas de avi- so y señalización, como las medidas más efec- tivas para combatir el riesgo de arrollamiento. La electrocución Otro de los accidentes de consecuencias más graves en el trabajo ferroviario es la electro- cución, bien por contacto directo con los con- ductores, o bien por un arco eléctrico. Se debe tener en cuenta que, respecto al sistema de tracción eléctrica, las líneas convencionales utilizan corriente continua, mientras que las de alta velocidad llegan a los 25.000 voltios en co- rriente alterna. La Fundación Laboral de la Construcción ha editado dos guías sobre buenas prácticas de PRL en trabajos ferroviarios seguridad laboral en transporte ferroviario y metropolitano

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