Octubre se convierte en el Mes Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres

Reducción de riesgo de desastres.
Consejo Colombiano de Seguridad

Octubre es el mes para recordarle a la humanidad que la reducción de riesgo de desastres es una labor de todos y que desde el aprendizaje, el actuar oportunamente y replicando las buenas prácticas, se puede hacer la diferencia.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) y su informe ‘El Costo Humano de los Desastres 2000-2019”, realizado para conmemorar el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres (13 de octubre), confirma cómo los eventos climáticos extremos han llegado a dominar el panorama del siglo XXI.

La ONU reporta que entre 2000 y 2019 se presentaron en el mundo 7,348 grandes desastres registrados, que causaron la muerte de 1.23 millones de personas y afectaron a 4.2 mil millones de personas (algunas en más de una ocasión) y generaron una pérdida económica mundial de US$2.97 billones, aproximadamente.

Entre 1980 y 1999, se registraron 4,212 desastres relacionados con amenazas naturales, que produjeron la muerte a 1.19 millones de personas, afectaron a 3.25 mil millones y generaron US$1.63 billones en pérdidas económicas. La diferencia, según la ONU, se explica a través del aumento en los desastres de origen climático, incluyendo a los más extremos: de 3,656 eventos de origen climático (1980-1999) a 6,681 entre 2000-2009.

En el mencionado informe se hace énfasis que en los últimos 20 años también se produjo el doble de inundaciones mayores, de 1,389 a 3,254, mientras que la incidencia de tormentas también aumentó de 1,457 a 2,034. Las inundaciones y las tormentas fueron los eventos que más se produjeron.

Igualmente se registra en el informe un incremento en todas las categorías de desastres: sequías, incendios forestales y temperaturas extremas. También se observa una subida en la cantidad de eventos geofísicos, que incluyen terremotos y tsunamis, los que han causado la mayor cantidad de muertes al compararse con las demás amenazas de orígenes naturales en el informe.

Mami Mizutori, representante especial del Secretario General de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, aseguró que “somos deliberadamente destructivos. Esa es la única conclusión a la que se puede llegar cuando se revisan los eventos de desastres en los últimos veinte años. El COVID-19 no es más que la última prueba de que los líderes políticos y empresariales aún tienen que adaptarse al mundo”.

Por su parte, Adriana Solano Luque, presidenta del Consejo Colombiano de Seguridad, asegura que “la reducción del grado de exposición a las amenazas, la disminución de la vulnerabilidad de las personas, las organizaciones y de sus propiedades, una gestión responsable de los suelos y del medio ambiente, y una mejor preparación y sistemas de alerta temprana para enfrentar eventos adversos, son algunas de las tareas para reducir el riesgo de desastres y estas tareas realmente hacen la diferencia” agrega Adriana Solano Luque que “no pueden haber empresas exitosas en comunidades débiles” es por esto que se hace un llamado a trabajar también con las comunidades y grupos de interés.

En la comunicación oficial de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), para conmemorar esta fecha, Mizutori, resaltó que “una buena gobernanza del riesgo de desastres depende del liderazgo político y del cumplimiento de las promesas hechas cuando se adoptaron el Acuerdo de París y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres hace cinco años. El informe es un recordatorio para los Estados Miembros de la ONU de su compromiso de fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres y de contar con estrategias nacionales y locales para la reducción del riesgo de desastres para 2020. Este es un objetivo clave del plan mundial para reducir las pérdidas por desastres, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, que fue adoptado en la Conferencia Mundial en 2015. Hasta el momento, 93 países han implementado estrategias nacionales”.

En conmemoración de esta fecha, y haciendo un llamado a los colombianos a que aprendan cómo reaccionar oportunamente ante un desastre, el Consejo Colombiano de Seguridad, comparte los diferentes escenarios de riesgo definidos en Colombia por la UNGRD:

  • Sismos: Sacudida brusca del terreno causado por un proceso de liberación súbita de la energía acumulada en la corteza terrestre.
  • Actividad volcánica: Conjunto de manifestaciones de la dinámica de un volcán: sismicidad, emisión de gases, además de productos emitidos durante las erupciones como son corrientes de lava y piroclastos.
  • Inundación: Acumulación temporal de agua fuera de los cauces y áreas de reserva hídrica de las redes de drenaje, naturales y construidas.
  • Ciclones tropicales: Sistema meteorológico que se genera sobre aguas marítimas de zonas tropicales y subtropicales, asociados a bajas presiones atmosféricas con circulación cerrada de los vientos de superficie alrededor de un centro bien definido.
  • Tsunami: Serie de olas producidas por perturbaciones fuertes e inesperadas de una masa de agua, generalmente del océano.
  • Avenidas torrenciales: Movimiento en masa que transporta volúmenes importantes de sedimentos y escombros con velocidades peligrosas para las personas y la infraestructura.
  • Movimiento en masa: Todo movimiento, ladera abajo de una masa de roca, de detritos o de tierras por efectos de la gravedad.

En general, las empresas deberán dar cumplimiento a los requisitos del plan de prevención, preparación y respuesta ante emergencias. “Revise su sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo y el cumplimiento de los planes de prevención, preparación y respuesta ante emergencias y la articulación con el plan de gestión del riesgo de desastres, si aplica. Mantenga actualizado el plan de comunicaciones, revisando la cadena de llamado, los canales y mecanismos de comunicación y póngalos a prueba” afirma Adriana Solano Luque, presidenta del CCS.

La entidad recomienda, además, realizar inspecciones de seguridad en emergencias donde se verifique el correcto estado de funcionamiento de los sistemas de detección y alarma, así como la señalización y las condiciones de las rutas de evacuación que estén libres de obstáculos y adecuadamente iluminadas y señalizadas.

“Reestablezca los contactos con los organismos de respuesta cercano tales como cuerpos de bomberos, policía, centros de salud, etc.; active o establezca los planes de ayuda mutua con las comunidades y empresas de su zona geográfica; revise el nivel de entrenamiento y capacitación de la brigada de emergencias y revise la condición de salud y la dotación de los brigadistas” puntualizó Yezid Niño, gerente Técnico del CCS

En cuanto a la evacuación rápida y oportuna de un lugar ante el peligro de un desastre es importante tener en cuenta que, “para la señalización de edificios residenciales, así como comerciales y de oficinas, es indispensable tener definido y señalizado el punto de encuentro de acuerdo con el plan de evacuación. La señal debe indicar claramente que ese es el punto de reunión designado en caso de evacuación, y debe estar en un área donde no haya riesgos para las personas que se concentren allí”, aseguró Solano Luque.

De igual forma, para que todas las personas puedan evacuar correctamente se debe tener señalizada toda la ruta de evacuación, desde el punto más lejano de las instalaciones hasta el punto de encuentro, utilizando la señal universal para evacuar que se compone del pictograma, la flecha y el texto de «Salida».

Por norma, estas señales deben ser fotoluminiscentes, es decir, que se puedan cargar con la luz artificial, para que, en caso de apagón, la señal pueda verse y las personas puedan evacuar rápidamente. Esta fotoluminiscencia debe asegurar su visibilidad durante los primeros 10 minutos para la evacuación y durante los primeros 60 minutos en caso de que los cuerpos de ayuda, como bomberos, puedan ingresar a realizar algún rescate o atender un incendio.

La señalización también debe incluir la identificación de los medios de extinción de incendios, como extintores y gabinetes, así como los medios de alarma y de condiciones de seguridad, tales como botiquines y camillas, entre otros.

Estadísticas clave: 2009-2019

Las estadísticas del presente informe proceden de la Base de Datos sobre Situaciones de Emergencia (EM-DAT) que mantiene el Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED) que registra los desastres que hayan causado diez o más muertes; que hayan afectado a 100 o más personas; que hayan dado lugar a un estado de emergencia declarado; o que hayan dado lugar a una solicitud de asistencia internacional.

Asia fue la región que sufrió el mayor número de desastres. En total, entre 2000 y 2019, hubo 3,068 en Asia, seguido de los 1,756 eventos en América y los 1,192 eventos en África.

En cuanto a los países afectados a nivel mundial, China (577 eventos) y los Estados Unidos (467 eventos) registraron el mayor número de desastres, seguido de la India (321 eventos), Filipinas (304 eventos), e Indonesia (278 eventos). Todos estos países tienen grandes y diversas zonas y relativamente altas densidades de población en las zonas de riesgo.

En general, ocho de los diez países con mayor cantidad de eventos de desastres se encuentran en Asia.

Los años 2004, 2008 y 2010 son los que más destacan, ya que cada uno de ellos ha tenido más de 200 mil muertes. El evento con mayor cantidad de muertes ocasionadas fue el Tsunami del Océano Índico de 2004, con 226,400 muertes; el segundo en la lista ocurrió en 2010, cuando un terremoto de 7.0 grados en la escala de Richter golpeó a Haití en medio de la madrugada y que produjo la muerte de aproximadamente 222 mil personas, dejando a millones sin hogar. En 2008, el ciclón Nargis causó más de 138 mil muertes en Myanmar. El promedio de muertes en todo el mundo entre 2000 y 2019 fue de aproximadamente 60 mil por año. Desde 2010 no ha habido ningún mega-desastres (con 100 mil muertes) y ningún año ha tenido más de 35 mil muertes.

Para el caso de Colombia, durante el año 2019 según datos publicados por la UNGRD, se destinaron cerca de 43,5 mil millones de pesos en la atención de 4436 emergencias ocurridas durante el año. Durante este año aproximadamente se registraron 12 emergencias al día y el principal evento registrado fueron los incendios de cobertura vegetal con más del 53% del total de eventos registrados. Los otros eventos con mayor frecuencia que se presentaron durante el 2019 fueron vendavales, movimiento en masa e inundaciones los cuales se pueden asociar a eventos hidrometeorológicos.

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