monica-fernandez.jpg
Mónica Fernández HSE Coordinator Testing And Subsea Halliburton Latin America

Y tú, ¿que haces siendo HSE en pandemia? ¿Pasión o deber?

gettyimages-1212511474

Se requiere una pandemia para que nos cuestionemos si estamos en el lugar adecuado, si soy feliz haciendo lo que hago o si simplemente vale la pena arriesgar mi salud cada día al ir a mi lugar de trabajo.

En realidad, solo en situaciones extremas la mayoría de nosotros cuestionamos todo aquello que damos por sentado en nuestra realidad.

Lo primero que debes saber, estimado lector, es que si estas leyendo esto, estés o no en este gremio te cuestionas de si haces lo que amas o haces lo que te toca. Esta, como cualquier otra profesión, posee un lado bueno y uno malo.

Por un lado, tras 12 años en este gremio, puedo decirte que perderás posibles amigos, te juzgarán por solo hacer tu trabajo, pues este es “fácil”, te tildarán de saberlo todo o por el contrario de ser el “sapo” de tu lugar de trabajo, o de no saber realmente que se hace en tu empresa pues “eres un administrativo más”. Y créeme, de muchas otras cosas más que se hacen cada vez más comunes en este trabajo pues casi siempre quien las asevera te juzga desde afuera.

Por otro lado, conocerás la satisfacción de ayudar a que cada día un trabajador regrese con su familia sano y salvo, por decisiones que quizás nunca sepa que tomaste tú. O que, gracias a que identificaste correctamente un impacto negativo a nivel ambiental a tiempo y lo controlaste, fue posible evitar un daño más a este planeta. O que quizás, gracias a una evaluación a conciencia realizada, evitaste que la empresa en donde trabajas se quedara sin capital de trabajo, atendiendo un daño en su infraestructura.

Dos respuestas

Si observas a detalle, las primeras situaciones son aquellas que te dirán directamente, serán tu juzgamiento inicial o tu banda sonora musical si así lo prefieres, día a día en tu lugar de trabajo, mientras que las segundas probablemente solo lo sabrás tu y si tienes suerte tu jefe o equipo de trabajo cercano. Por lo tanto, ¿qué haces aún en esto?
En este punto hay usualmente dos respuestas (seguramente no las únicas, pero sí las más populares):

La primera: porque necesitas tu empleo, o quizás porque eres bueno haciéndolo y, por lo tanto, se te hace fácil. Si estás dentro de estas respuestas, quiero contarte que serás un excelente trabajador promedio, pues harás siempre lo que esperan de ti, no generarás preguntas, no te cuestionarás de una orden directa de tu jefe y, por lo tanto, estarás a la espera de que renueven tu contrato pues has cumplido a cabalidad tus funciones y tu horario laboral.

Mientras que la segunda supone que amas lo que haces, y por lo tanto, crees que haciéndolo harás la diferencia. Si estás en esta segunda categoría, déjame decirte que quizás tus compañeros te consideren “intenso”, pues te dedicarás a cuestionarte siempre si lo que haces es suficiente y tiene sentido para mejorar las cosas en tu lugar de trabajo, porque aunque no te las sepas todas y no siempre hagas todo bien, te preocuparás genuinamente por aquellos y todo lo demás que te rodea y, por lo tanto, buscarás darle esa “protección” que solo conseguirás si nunca dejas de cuestionarte el como mejorar las cosas.

Equilibrio

En este punto, mi estimado lector, serás quien no se preocupe por una extensión de contrato, ni por las 48 horas semanales a cumplir, pues serás quien buscará cada día un lugar donde puedas tener un equilibrio entre el trabajo que amas y la familia que adoras. En este punto te aseguro que al menos tus metas personales estarán siempre alineadas con tu vida y podrás de cierta forma ser feliz haciendo lo que haces.

Entonces, sin juzgar del porqué lees esto, puedo asegurarte de que esta vida es demasiado corta para estar atrapado en un lugar por una recompensa promedio, pues considero que el solo hecho de que leas esto te convierte en un ser excepcional, pues te cuestionas que haces aquí, cómo puedo estar mejor, cómo puedo ser mejor y nunca detenerte hasta conseguirlo.

Puedo asegurarte de que soy una prueba viviente de que tomar el segundo camino puede ser difícil, doloroso y hasta en ocasiones frustrante, pero que sin lugar a duda te hará feliz, pues sabes lo que haces, sabes por qué lo haces y además lo haces con pasión. Y que no importa en definitiva dónde lo hagas, pues llegará un punto en que esa pasión la notará todo aquel que interaccione contigo y no tendrás necesidad de aprobación, pues harás lo que amas. Y ya ves: será sencillo responder por qué eres un HSE en pandemia.