NARDA meza
Narda Meza Jefatura de HSE del Clúster Centro Bocar Group

Los tres pilares de una cultura de la seguridad y salud laboral libre de incidentes

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Cuando hablamos de “cultura” nos referimos a la que es formada por comportamientos y creencias grupales que se transmiten de una generación a otra, es decir, permanece en el tiempo independientemente de las personas. Con esta descripción podemos dimensionar que una cultura libre de incidentes en una organización no es un programa con una fecha inicial y final y mucho menos una moda.

Una cultura libre de incidentes es una decisión y compromiso de todos los niveles de la organización que se practica cada día y cada minuto de cada día sin fecha de caducidad.

Si echamos un vistazo a la historia de la seguridad y salud en el trabajo, los primeros esfuerzos para disminuir las lesiones y enfermedades fueron la atención a los elementos mecánicos, en los equipos y maquinaria, así como herramientas de trabajo. Sin embargo, a pesar de que ayudó a disminuir algunas lesiones, se pudo concluir con el tiempo que no era suficiente: se seguían presentando enfermedades y lesiones, por lo que se introdujo a la ecuación la parte de legislación, estándares y procedimientos de trabajo que lograron llevarnos a otra fracción de mejora en este camino de la cultura libre de incidentes. Transcurrido el tiempo, el ámbito laboral seguía, aunque en menor medida, presentando lesiones y no logrando aún esa cultura libre de incidentes. Aunque las personas tenían equipos y maquinarias seguras, regulación y estándares a seguir, el factor humano del error podía aún permitir llevarnos a lesionarnos y efectivamente el factor humano ha sido el tercer elemento en la ecuación de esta cultura de seguridad o el tercer pilar.

El factor humano

En experiencia propia, el pilar del factor humano ha sido y sigue siendo el de mayor desafío puesto que implica trabajar con el modo de pensamiento, comportamiento, hábitos de cada persona, en los que nos podemos encontrar con múltiples variables desde nuestros hábitos fuera de trabajo hasta la cultura del lugar donde hemos vivido o crecido.

El punto medular de esta cultura libre de incidentes radica en el compromiso real que cada líder de la organización tiene respecto a la seguridad, y esto incluye lo siguiente:

• Cada uno de los líderes debemos hacer de la seguridad un hábito, un hábito que practicamos cada minuto del día.

• Analizar continuamente lo que como líderes toleramos y reconocemos en nuestros equipos de trabajo.

• Las expectativas que cada líder tenemos respecto a la seguridad.

Debemos preparar a los líderes de nuestras organizaciones a trabajar con altas expectativas en seguridad, practicando hábitos seguros, reconociendo los comportamientos seguros y con una baja tolerancia al riesgo. Con esto, la cultura de seguridad y salud laboral libre de incidentes se logrará con menores dificultades y de forma efectiva.

Múltiples herramientas

Tenemos a la mano múltiples herramientas que el mercado ofrece para para los primeros 2 pilares que son la parte técnica y de sistemas de gestión o estandarización. Para el factor humano también existen herramientas y guías, pero estas no tendrán utilidad alguna sin un genuino compromiso con la seguridad por parte del equipo de liderazgo de la organización.

El enfoque debe estar en movernos de una cultura del “cumplimiento” a una cultura de “voluntad”, donde la seguridad es una decisión de cada uno de los integrantes de la organización. Solo así podremos asegurar que las personas hagan lo correcto a la 1:00 AM cuando nadie los está viendo, porque será por voluntad, porque ellos así lo quieren y lo deciden, no por una regla o cumplimiento.

Sería recomendable que cada organización mantenga un “assesment” del nivel de cultura de seguridad para tener la certidumbre de que vaya en el camino adecuado, así como mantenerla o evolucionar cuando sean necesario. Esta medición o evaluación se debe diseñar de acuerdo al contexto o de cada organización, tomando en cuenta los 3 pilares. Por ejemplo, en el caso de liderazgo podemos diseñar encuestas considerando abarquemos estos 8 puntos de desempeño de nuestros líderes:

• Conversaciones personales.

• Proactivo contra reactivo.

• Formación contra crítica.

• Mentalidad hacia la mejora.

• Reducción activa de riesgos.

• Atención contra control.

• Alzar la voz.

• Autoeficacia.

Espero en estas escasas líneas haber logrado el objetivo de dar una visión muy general pero concreta de las implicaciones sobre una cultura de seguridad y salud laboral libre de incidentes.

Ref. bibliográficas
Safety 24/7 / Gregory M. Anderson & Robert L. Lorber, Ph.D.
6-HOUR Safety Culture / Tim Autrey.
Safety WALK Safety TALK / David Allan Galloway.