Mujer.
Vanessa Escamilla Gómez Coordinadora Área Académica PRL, Medio Ambiente, Energía y Nuevas Tecnologías Bureau Veritas Formación
Mujer.
Lucía Grijalbo Profesora del Área de PRL, medio ambiente y nuevas tecnologías Bureau Veritas Formación

PRL y COVID-19

Medidas preventivas COVID-19.

El nuevo SARS-CoV-2, que produce la enfermedad conocida como COVID-19, es un virus de la familia de los coronavirus que, aunque de manera habitual solo afecta a animales, en ciertas circunstancias puede transmitirse a las personas. Este tipo de coronavirus fue detectado por primera vez en diciembre de 2019 en China, pero en poco tiempo se ha convertido en una pandemia que se ha extendido por todo el mundo, dejando más de 7 millones de casos y 400.000 muertos.

Actualmente, en muchos países ha comenzado la desescalada, lo cual permite la reactivación de la economía gracias a la vuelta a una nueva normalidad en el trabajo. Es por ello, que la prevención es clave para controlar los efectos de la pandemia y minimizar su propagación.

Toda actividad laboral requiere la implantación de medidas preventivas que reduzcan la materialización del riesgo. Esta gestión debe ajustarse también a esta situación excepcional causada por el COVID-19 ya que la ley exige que, ante un cambio en las condiciones de trabajo, se revisen las evaluaciones de riesgos de la empresa y su correspondiente planificación de la actividad preventiva. Debido a ello, ante el riesgo existente por el COVID-19, que puede afectar a entornos tanto sanitarios como no sanitarios, las empresas deben evaluar el riesgo en el que se pueden encontrar las personas trabajadoras en cada una de las tareas que realizan y establecer medidas preventivas a partir de la información obtenida en dicha evaluación. Además, es fundamental que todo el personal de la organización reciba la formación e información sobre estos riesgos y sobre las medidas preventivas a tomar.

El procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2, de 22 de mayo, establece una guía para evaluar y actuar en los diferentes niveles de riesgo frente al COVID-19. En ella se puede observar que, en determinados trabajadores (grupos vulnerables) y para ciertos niveles de riesgo (dependiendo del grado de contacto con personas sintomáticas), es necesario el uso de EPIs adecuados o incluso el cambio de puesto de trabajo o actividad. Asimismo, la legislación vigente promulgada en materia de flexibilización de restricciones establecidas tras la declaración del estado de alarma exige la utilización de mascarillas, así como la implementación de las medidas que sean necesarias en cada caso, si no se puede garantizar la distancia de seguridad de dos metros entre personas.

Medidas preventivas COVID-19.

Las medidas tomadas hasta la fecha han permitido reducir la incidencia del virus en España y, lo que es más importante, disminuir el número de personas contagiadas y de fallecidos. Sin embargo, no podemos relajarnos ante la posibilidad de un posible repunte, por lo que es imprescindible que cada uno de nosotros seamos conscientes de la importancia que tiene llevar a cabo una serie de medidas como son: limitar la proximidad física, llevar a cabo una adecuada ventilación de lugares cerrados y cumplir con las medidas de higiene y protección que se exponen a continuación:

  • Lavado frecuente de manos con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica.
  • Evitar tocarse la cara, la nariz y los ojos.
  • Al toser o estornudar, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo desechable que se tirará tras su uso.
  • Utilizar los EPI que se le asignen (mascarilla, guantes, pantallas faciales…). Cambiarse los guantes con frecuencia, lavando las manos antes de ponerlos y después de quitarlos.
  • Realizar medidas de desinfección y lavado de manos de los trabajadores antes del acceso a la sala de descanso, donde también debe cumplirse con las medidas de distanciamiento, o después de las tareas de limpieza.
  • Se recomienda llevar las uñas cortas y se desaconseja el uso de anillos, pulseras, relojes o adornos que dificulten el lavado de manos y muñecas.
  • Evitar el saludo con contacto físico, incluido dar la mano.

Es fundamental que seamos conscientes de nuestro papel en esta crisis sanitaria. De esta manera, no debemos incorporarnos a la actividad laboral ni salir de nuestro domicilio cuando tengamos síntomas compatibles con el COVID-19 o hayamos estado en contacto estrecho con personas diagnosticadas de dicha enfermedad.

¡Con prevención y responsabilidad conseguiremos salir de esta pandemia!