Martin-D.-Quipildor
Martín D. Quipildor Director de Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente VIDA

El Covid-19 existe y el resto también

higiene manos

Durante el año 2020 el protagonismo que naturalmente adquirió el Covid -19 causó una dispersión en torno a los demás riesgos existentes tanto en el lugar de trabajo como en nuestros hogares. Ha creado un nivel de pánico tal que se torna difícil retomar la cultura preventiva en el ambiente laboral.

Las empresas enfrentan dificultades y han tenido que reforzar todas sus medidas para no decaer en la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales que ya se encontraban definidas con anterioridad a diciembre de 2019.

En toda actividad laboral se tenían en cuenta las medidas de Higiene Industrial capaces de prevenir enfermedades relacionadas a los agentes físicos, químicos o ergonómicos existentes. Sin embargo el Covid ha logrado reformular estas definiciones, alcanzando a la totalidad de los trabajadores y constituyéndose en un contaminante ambiental capaz de estar presente las 24 horas del días, los 7 días a la semana sobre toda la población.

A un año del inicio de la pandemia el temor se mantiene, aunque las medidas preventivas se han relajado. Todo lo que se pensó en esta materia hoy no se cumple en su totalidad. El virus  ha tenido la particularidad desde sus inicios de ser una enfermedad global y ante esa situación se torna complicado mantener conductas de prevención con toda la población. Por esto, en 2021, las empresas deben reforzar los protocolos, actualizar los controles y generar formas más novedosas para concientizar. Se está trabajando con calcos para los vehículos, cartelería para el lugar de carga y descarga y capacitaciones con llegada a través de los teléfonos móviles con afiches y videos que permitan mantener el alerta y el cuidado.

Los riesgos propios previos al Covid siguen existiendo. Y surge la pregunta de cómo mantener la capacidad de autoprotección y de reacción diaria sin olvidar que estamos en pandemia.

Cultura de la seguridad

El trabajo en prevención resulta más difícil y más aun el generar una adecuada “Cultura de la Seguridad” con un sentido de autoprotección y del  cuidado hacia el otro. Desde siempre la seguridad laboral buscó dar un marco de certeza en materia de riesgos; realizando un permanente análisis y teniendo siempre presente la premisa de que “todos los accidentes son evitables«.

Tomemos como ejemplo una empresa distribuidora minorista de gas en garrafas que ha tenido que adecuar totalmente su forma de trabajo ante el temor de contagio de su personal. La venta se produce en el domicilio del cliente y en muchos casos el trabajador debe instalar el envase nuevo, retirar el vacío,  manipular dinero. Las medidas tomadas para adecuarse en este nuevo contexto fueron muy importante en todo sentido: la desinfección de vehículos, de los envases de gas, del dinero y de la cabina; obligación del uso de tapaboca o barbijo para todo el personal, mantener la distancia social necesaria, uso de guantes y alcohol. A estos nuevos riesgos hay que sumarles los “tradicionales” como los relacionados a la seguridad vial, manejo de cargas, etc.

O por ejemplo, una empresas de ventas en salones de exposición como carnicerías, ferreterías, tiendas o supermercados que debieron tomar todos los resguardos con el personal. A los riesgos normales de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales como cortes, caídas a nivel, sobre esfuerzos, etc., se suman los de Covid, que presenta un escenario distinto en el movimiento de mercadería desde distintos lugares, manejo de dinero, papeles y contacto con clientes, ya que las medidas de higiene y desinfección deben ser mucho más intensivas que las habituales.

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