Samanta Kameniecki
Samanta Kameniecki Jefa del Servicio de Salud Laboral, Prevención y Medicina del Trabajo Hospital de Pediatría Garrahan

Día Internacional de la Mujer

El papel de la mujer en la Medicina del Trabajo en la Argentina

argentina medicina del trabajo

El día 8 de marzo del año de 1975 las Naciones Unidas conmemoraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer. Esta es una fecha de memoria y reflexión, concebida a partir de sucesos trágicos que han marcado en forma significativa la vida del colectivo femenino y, por ende, de la sociedad en su conjunto a lo largo de la historia. A medida que las desigualdades por cuestiones de género, los femicidios, la vulneración de derechos, las tareas de cuidado no remuneradas, entre otras problemáticas se fueron instalando en las agendas políticas mundiales, la legislación nacional acompañó este proceso de profundo cambio.

La Medicina del Trabajo fue en sus inicios una especialidad ligada en forma exclusiva al mundo masculino. Los llamados “médicos de fábrica” -profesionales con una formación de fuerte carácter social- recorrían las plantas industriales con el objetivo de mejorar las condiciones y el medioambiente laboral de su población a cargo, en su gran mayoría varones, trabajadores incluidos en el sistema formal.

Resulta más que interesante preguntarnos cómo esta relación de “hombres al cuidado de hombres” hizo para franquear los prejuicios y la resistencia que probablemente existían en aquellos momentos históricos debido a que el rol de cuidado resultaba patrimonio casi exclusivo de las mujeres y, además, resaltar el largo camino de deconstrucción que atravesó, de su mano, nuestra especialidad.

La propia misión de la Medicina del Trabajo basada en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad debió responder a los nuevos desafíos que surgieron a medida que el colectivo femenino se fue incorporando a la vida del mercado laboral registrado en todas sus ramas.

Sociedades científicas

En paralelo, las primeras médicas del trabajo se incorporaron a las sociedades científicas de la especialidad, para abrir camino a las generaciones venideras y generar así miradas complementarias y enriquecedoras a la disciplina.

Cito a la Dra. Claudia de Hoyos, exvicepresidenta de la Sociedad de Medicina del Trabajo de la Provincia de Buenos Aires (SMTBA) y actual integrante del Tribunal de Honor: “Recordemos que el techo de cristal, o sea la limitación velada del ascenso laboral de las mujeres al interior de las organizaciones, existe” (1).

La SMTBA, institución de la cual formo parte activa, nació hace casi 40 años.

Si bien su creación fue una real innovación para la Medicina del Trabajo en la Argentina, se requirieron 27 años de existencia y fortalecimiento antes de designar a la Dra. María Cristina Pantano como su primera presidenta, quien ha sido hasta el momento la única mujer que ejerció dicho cargo.

Es así como la presencia de las mujeres en los diversos ámbitos expuso problemáticas ligadas al género como la desigualdad en las condiciones y oportunidades laborales, la brecha salarial entre hombres y mujeres, el rol imperceptible de las tareas domésticas y de cuidado que aumentan la carga de trabajo real, los diversos tipos de violencia los cuales se añaden a los problemas de salud que les son propios.

Nuevos aprendizajes

En forma paralela, se requirió que los distintos actores que conformaban el equipo de Salud Ocupacional se nutrieran de nuevos aprendizajes a fin de desaprender la concepción anterior para lograr generar protección a situaciones vitales tales como el embarazo y la lactancia, colaborar en el diseño de espacios en los propios lugares de trabajo que estimulen la reinserción laboral de las mujeres que maternan, acompañar aquellas problemáticas de índole psicosocial como la violencia doméstica, el acoso laboral y las adicciones, gestionar y promover programas de prevención del cáncer de mama, de cuello uterino y las enfermedades de transmisión sexual, brindar capacitación acerca de anticoncepción y procreación responsable, entre tantas otras situaciones hasta entonces no contempladas.

Con el paso del tiempo, se han sumado a la problemática las propias de otros grupos vulnerables históricamente desplazados del sistema de trabajo formal. Destacan las intervenciones para la mejora en las condiciones de empleabilidad del colectivo travesti/trans y la protección de los problemas biopsicosociales que lo aquejan, así como de las mujeres que conviven con una discapacidad.

“La crisis sanitara en curso pone en evidencia la injusta organización social de los cuidados en América Latina y el Caribe. Urge pensar las respuestas a las necesidades de cuidados desde un enfoque de género, ya que, como ha demostrado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en reiteradas ocasiones, son las mujeres quienes, de forma remunerada o no remunerada, realizan la mayor cantidad de tareas de cuidados”.(2).

COVID-19 y colectivo femenino

Si bien la pandemia producto del virus SARS-CoV-2 tuvo un impacto negativo en toda la población, los datos concretos demuestran el carácter de vulnerabilidad aún vigente en el endeble colectivo femenino.

El Informe Especial COVID-19 N° 9 realizado por la CEPAL remarca que la tasa de participación laboral de las mujeres durante el año 2020 fue del 46%, mientras que la de los varones resultó ser del 69%.

Este estudio destaca la importante salida del mercado laboral registrado de las mujeres durante el año 2020 debido a las demandas producidas por las tareas de cuidado del hogar, de los hijos y el mantenimiento de la escolarización adaptada a las nuevas TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) así como la asistencia a otros familiares o convivientes.

La tasa de desocupación de las mujeres llegó al 12% en 2020, porcentaje que se eleva al 22,2% si se asume la misma tasa de participación laboral del año previo.

No podemos dejar de mencionar que actualmente el 73,2% de los trabajadores del sector de la salud son mujeres y, a pesar de esto, persiste la discriminación salarial que se calcula es un 23,7% inferior al salario de los varones además de los problemas relacionados al género he mencionado más arriba.

Argentina

En la Argentina existe una fuerte política en términos de derechos que se vio plasmada con la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad el 10 de diciembre de 2019. La misión de este organismo radica en brindar asistencia técnica a los mandatarios en lo relacionado con el diseño, la ejecución y la evaluación de las políticas públicas en materia de género, igualdad y diversidad.

Hoy, a casi 46 años de que las Naciones Unidas conmemoraran por primera vez el Día Internacional de la Mujer, la lucha persigue objetivos renovados, aunque las problemáticas ligadas a la vulneración de derechos por razones de género tienen aún un lugar protagónico.

La barrera más difícil de franquear es la de poder ejercer el derecho a la diferencia, respetando nuestras propias singularidades y en igualdad de oportunidades.

Referencias.

Referencia 1.

Referencia 2.