Mujer.
Genoveva Marchant Morales Gerente técnico Fireproof Consultores de Seguridad & Emergencias LTDA

Peligros y riesgos de los profesionales del sector catástrofes y emergencias

Catástrofes y emergencias en Latinoamérica.

El inicio de cómo se comenzaron a utilizar las ambulancias, carros de bomberos y vehículos policiales está inserto dentro de muchas referencias. Los “hospitales de campo”, llamadas así las ambulancias (los hospitales estaban en las ciudades), fueron introducidas por la Reina Isabel la Católica durante el sitio de Málaga en el 1487 y revividos por su nieto Carlos V durante el sitio de METZ en 1553. A partir de esto se comienza a dar importancia a la existencia de médicos, hospitales y ambulancias para el cuidado general de los soldados.

En el siglo XIX, durante la Revolución Industrial, eran nefastas las condiciones de trabajo. En sectores en donde se realizaban las actividades laborales no había ventilación, existía inhalación de sustancias toxicas, el calor era elevado y los trabajadores se amontonaban en las máquinas muchas veces eran mal instaladas. Los niños y mujeres llegaban a trabajar entre 12 a 14 horas por jornada de trabajo. Estas condiciones provocaban explosiones, amputaciones de dedos, brazos, estrés y muchas enfermedades. Aristóteles, filósofo y naturalista griego, también intervino en la salud ocupacional de su época pues estudió ciertas deformaciones físicas producidas por las actividades ocupacionales, planteando la necesidad de su prevención. También investigó las enfermedades producidas por intoxicaciones con plomo.

Con el paso del tiempo y el crecimiento de las ciudades, industrias, maquinarias y la población, han aumentado también las emergencias y con el calentamiento global las catástrofes naturales que han llevado a actuar a los profesionales en función de la emergencia que ocurra. Todos los países tienen una distinta frecuencia de emergencias, como algunas son afectadas de manera normal por estas, como por ejemplo el caso de Chile, el cual es un país sísmico y protagonista de muchas otras catástrofes y emergencias.

Catástrofes y emergencias en Latinoamérica.

Formación profesional

Las emergencias extrahospitalarias y las catástrofes exigen una formación profesional de quienes actúan en estos escenarios. No basta con exigir un perfil o experiencia, sin acreditar la propia seguridad de estos profesionales, quienes están iguales o más expuestos en la misma emergencia o catástrofe. Los profesionales que se enfrentan a desastres y emergencias se ven expuestos tanto a riesgos físicos como a riesgos psicológicos, lo que puede llevar a provocarles un daño a la salud físico e, incluso, llevarlos a la muerte. Esto a raíz de trabajar expuestos a el fuego, estructuras colapsadas, eventos de tsunami, terremotos, maremotos, picaduras de insectos, alud, aluviones, riesgos biológicos (microorganismos), accidentes aéreos, mordedura de animales y muchas veces también estresados por la emergencia o simplemente cuidando su territorio.

Es de gran importancia, además del entrenamiento, los simulacros, la capacitación y un sistema de gestión, crearles una cultura preventiva y de autocuidado, un apoyo psicológico, pero aun así, deben enfrentarse a situaciones en donde el peligro es inherente y el riesgo es prácticamente difícil de mitigar. Es esencial la ayuda psicológica, controlar el sueño y la fatiga en los roles de turno, proporcionar el equipo de protección necesario para el trabajo (última barrera de protección) y controlar los límites de exposición, entre otros factores.

¡Sigue Leyendo!

Aquí te hemos mostrado tan sólo una parte de este contenido.

¿Quieres leer el contenido completo?

Leer Completo
Contenido seleccionado de la revista digital