Victor Chamby
Victor Chamby J. Coordinador y Supervisor Oil & Gas

Reanudando las operaciones en tiempos de coronavirus

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Muchos países latinoamericanos se encuentran en un proceso de análisis continuo de sus posibilidades de reanudar sus actividades económicas a pesar de que el contagio por el coronavirus (COVID-19) aún se mantiene en ascenso en algunos países. En este sentido, tres aspectos son claros en tiempos de pandemia por el COVID-19.

• Ningún sector de la economía puede resistir mucho tiempo con las medidas de confinamiento que se han dispuesto en la mayoría de los países latinoamericanos.

• Llagará el momento en que los recursos del núcleo familiar se agotarán y la prioridad de buscar como satisfacer las necesidades más básicas como el alimento y abrigo serán más importantes que el temor por el contagio del COVID-19.

• El COVID-19 es un virus altamente contagioso e infeccioso que se encuentra en nuestro medio y se mantendrá como cualquier otra familia de virus que causan infecciones respiratorias agudas. Por lo tanto, debemos aprender a convivir con él aplicando estrictos protocolos de bioseguridad para reducir la probabilidad de contagio.

Entonces, el reinicio de las actividades económicas es inminente y debemos estar preparados para ello. Las autoridades en los diferentes niveles de gobierno (gobierno nacional, departamental y municipal), deberán promulgar leyes en las que establezcan medidas técnicoadministrativas para prevención del contagio, y el tratamiento de los casos sospechosos y confirmados de COVID-19 para las diferentes actividades económicas. Asimismo, dichas leyes deberán estar fiscalizadas por las autoridades competentes llamadas por ley, mediante una estricta inspección periódica, tanto a organizaciones públicas como a la empresa privada, para verificar el cumplimiento de los procedimientos técnico-administrativos.

Los empleadores conjuntamente con su staff de seguridad y salud deberán hacer un análisis de riesgo y establecer las barreras necesarias para prevenir el contagio con COVID-19. Dejar algunos elementos vulnerables en la organización podría ser catastrófico para la continuidad de las operaciones, sabiendo que el virus es altamente contagioso e infeccioso.

El análisis que la organización debe elaborar tendrá que ser bastante amplio considerando su contexto interno y el contexto externo para establecer barreras enfocadas a prevenir el contagio con COVID-19. Sobre todo debe incluir y no limitarse a:

• Los procesos que realiza la organización.

• Las diferentes instalaciones (administrativas, productivas, sucursales, almacenes, etc.).

• La alimentación del personal.

• Los medios de transporte del personal.

• La interacción con los proveedores, clientes y visitas.

• La rutina del personal fuera de los límites de la organización.

• Otros.

Entre las medidas técnico-administrativas que se pueden implementar en las organizaciones, podemos citar, pero no limitarnos a:

• La difusión e información permanente al personal sobre el COVID-19 (que es el virus, protocolos de bioseguridad, prevención del contagio, etc.).

• Establecer protocolos de bio-seguridad.

• Restricciones de visitas en la organización.

• Distancia física.

• Adoptar trabajo y/o reuniones virtuales.

• Establecer protocolos de limpieza y desinfección de instalaciones.

• Protocolos de limpieza y desinfección del personal.

• Vigilancia epidemiológica de síntomas de COVID-19.

• Uso de equipo de protección personal de bio-seguridad.

• Barreras físicas entre personas.

• Gestión de residuos patológicos (guantes, barbijos, otros).

• Publicación de protocolos de limpieza.

• Aislamiento y evacuación medica de casos sospechosos.

• Programas de inmunización para COVID-19.

• Otros.

El ingrediente que llevará hacia el éxito con relación a la implementación de las medidas de control técnico-administrativas para reducir la probabilidad de contagio de COVID-19 en la organización –lo cual garantiza la continuidad de las operaciones– se llama disciplina .

Para muchas organizaciones que vienen trabajando y han desarrollado una cultura de seguridad madura, la implementación de estas medidas de control será relativamente fácil. Sin embargo, aquellas organizaciones cuya cultura de seguridad es relativamente baja tendrán que ser coercitivos, porque en tiempos de pandemia por coronavirus no existe margen de error si queremos mantener la continuidad de las operaciones.