Guantes de trabajo: para qué sirven y qué tipos hay

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Iturri

Hoy en día, los guantes se han convertido en una herramienta más del trabajo de muchos profesionales. En ocasiones se emplean como elemento de protección, pero también son muy útiles para evitar la suciedad o el contacto directo con algunos compuestos. En este artículo vamos a analizar su importancia y a explicar las diferentes clases de guantes de trabajo que existen.

Cuándo utilizar guantes de trabajo

Los equipos de protección individual, afortunadamente, están incluidos en la rutina diaria de muchos trabajadores. Los guantes de trabajo, en la mayoría de ocasiones, forman parte de este equipamiento tan importante. Su principal utilidad consiste en salvaguardar las manos de los trabajadores de los peligros potenciales a los que pueden enfrentarse.

Para conocer estos riesgos, es importante contar con un plan de prevención que establezca a qué se enfrenta cada empleado en su jornada diaria. El fuego, la electricidad, las bajas temperaturas o los agentes irritantes son algunos de estos peligros.

No obstante, cada vez es más habitual que también se empleen guantes como medida de higiene laboral. De esta forma, se reduce la suciedad y se evita la contaminación entre diferentes escenarios. Un claro ejemplo lo encontramos en el sector sanitario, pero también es muy común su uso en los mecánicos de vehículos.

Tipos de guantes

Estas son las diferentes clases de guantes que se pueden adquirir.

Desechables

De látex, polipropileno o nitrilo, estos guantes evitan que la piel entre en contacto con microorganismos y algunos fluidos. Son muy utilizados en el ámbito sanitario y también existen modelos elaborados con caucho que se emplean en tareas de limpieza. Su gran elasticidad favorece la libertad de movimientos de los usuarios y hace que sean muy prácticos en todo tipo de tareas manuales. La mayoría de ellos son de un solo uso.

Protección frente a las altas temperaturas y las quemaduras

Los  guantes de soldador o de bombero son muy útiles para proteger las manos del contacto con el calor o de las salpicaduras de materiales a alta temperatura. Su longitud suele cubrir gran parte del antebrazo para así aumentar su área de protección. Además, es habitual que se combinen con chaquetas o camisas que permitan proteger el resto del tronco de la acción del calor.

A pesar de que se fabrican con fibras de gran resistencia, estos guantes también han de ser flexibles para que se pueda trabajar con comodidad. Por otro lado, es crucial que cuenten con una buena capacidad de transpirabilidad para que las manos no suden en exceso.

Guantes de protección

Los guantes de seguridad son muy utilizados en diversas profesiones, ya que tienen múltiples funciones. Por ejemplo, los cortes o las abrasiones son habituales cuando se trabaja con cuchillos y, por ello, es importante disponer de este tipo de equipos. Lo mismo sucede cuando se tiene que desarrollar la actividad en presencia de productos químicos. Todos estos riesgos pueden producir heridas o quemaduras en las manos de los trabajadores, y los guantes de seguridad minimizan el peligro.

Trabajos con electricidad

La piel cuenta con una gran capacidad para transmitir la corriente eléctrica. Eso hace que sea vital que todos los empleados que trabajan con electricidad o elementos de media y alta tensión deban disponer de unos guantes dieléctricos. Con ellos se aísla por completo al usuario y se evita que reciba una descarga eléctrica.

Es importante revisarlos de forma periódica para que no se produzcan accidentes, pues una sola fisura en su superficie puede resultar fatal. Además, se han de desechar cada cierto tiempo y sustituirlos por guantes nuevos.

Cuando el trabajo se va a llevar a cabo en el exterior, la capa externa del guante no es suficiente para garantizar la protección del usuario, ya que apenas cuenta con aislamiento térmico. Por ello, si las temperaturas son bajas, es conveniente utilizar unos guantes térmicos. De esta forma, se conserva la plena funcionalidad de los dedos y se evita que se produzcan pérdidas de sensibilidad.

Protección en temperaturas muy bajas

Si bien el calor extremo se concibe como un gran peligro, también es fundamental que hagamos lo mismo con el frío. De hecho, las temperaturas excesivamente bajas pueden producir daños irreparables en el tejido de las manos, por lo que resulta fundamental que dispongamos de guantes de protección frente a este elemento.

Su interior ha de ser confortable, mientras que la parte exterior debe impedir la entrada de la humedad. Para cumplir con estos objetivos, suelen estar conformados por varias capas, la interior fabricada con un tejido como la lana y la exterior con caucho o un material sintético similar.

Los guantes de trabajo resultan de gran ayuda para prevenir accidentes y también como protección frente a agentes que pueden dañar las manos. Por ello, es imprescindible contar con los medios necesarios para desarrollar la actividad sin poner en peligro al trabajador.