Evaluación del ruido en el entorno de trabajo

B&K 2245 Work Noise Partner: la herramienta perfecta para analizar el ruido en el ámbito laboral

B&K 2245 Work Noise Partner

El ruido puede inducir pérdidas auditivas que, si se detectan demasiado tarde, pueden ser irreversibles. La exposición a largo plazo a niveles de ruido excesivos puede llegar a dañar las células ciliadas del oído interno y el nervio acústico. El oído interno es la parte más frágil de nuestro sistema auditivo y, cuando se daña, no tiene cura. Por eso es tan importante proteger a los trabajadores y evitar que su audición se deteriore. Ante el riesgo de daños irreversibles, se ha adoptado distinta normativa, como la norma OSHA 29 CFR 1910.95 sobre exposición al ruido en el entorno de trabajo, la Directiva 2003/10/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6 de febrero de 2003, sobre las disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas a la exposición de los trabajadores a los riesgos derivados de los agentes físicos (ruido) o también en España el Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido. Estas normas exigen a los empresarios evaluar la exposición al ruido a la que están sometidos todos sus empleados. El objetivo fundamental es identificar si existe o no riesgo de que un empleado pierda audición por el hecho de estar sometido a un ruido excesivo.

Las normas son imprescindibles para garantizar evaluaciones homogéneas y objetivas. Algunos países requieren aprobaciones de tipo para los equipos empleados en medidas con valor legal. La norma ISO 9612 define los procedimientos para medir el ruido en el trabajo y para calcular la exposición durante la jornada laboral. Además, ofrece tres estrategias para llevar a cabo las evaluaciones, cada una con sus ventajas e inconvenientes: medición de una jornada completa, medición basada en la tarea y medición basada en la función.

En las evaluaciones de jornada completa se mide durante toda la jornada de trabajo (generalmente, con un dosímetro o con un sonómetro portátil). Esta estrategia resulta atractiva porque no es necesario conocer el horario del trabajador, pero puede resultar difícil identificar tareas o comportamientos específicos que requieran medidas de mitigación.

El análisis basado en las tareas exige desglosar la jornada laboral y dividirla en una serie de tareas, que después se miden con un sonómetro para después calcular la exposición. Este método supone mucho trabajo de identificación y análisis de las tareas; a cambio, es una herramienta excelente para adoptar medidas de mitigación adecuadas para tareas específicas. Pero si los trabajadores llevan a cabo distintas tareas cada jornada, puede no ser tampoco un método apropiado.

La medición basada en la función viene a ser, en esencia, una combinación de los dos métodos anteriores. Típicamente, este método emplea sonómetros para obtener muestras aleatorias de exposición al ruido durante la realización de tareas identificadas en el curso de un análisis del trabajo. La cantidad de medidas viene dada por la norma y se basa en el tamaño del grupo de trabajo.

Según los resultados del análisis, se puede exigir a los empresarios que emprendan acciones de mitigación de riesgos. Así, por ejemplo, si la exposición se encuentra por encima del umbral de acción, pero por debajo del límite crítico de la reglamentación, las empresas deben implantar un programa de protección de la audición. Esos programas consisten en informar a los trabajadores sobre el riesgo, proporcionarles protección auditiva, formarlos para que utilicen correctamente esa protección y para que reduzcan de forma activa su exposición al ruido, y llevar a cabo un seguimiento audiométrico de la audición de los trabajadores. En cambio, si la exposición supera el límite crítico de la reglamentación, el empresario debe tomar medidas para reducir la exposición al ruido. Si no es posible reducirla cambiando los patrones de trabajo, el diseño del entorno de trabajo, las fuentes de ruido (herramientas y máquinas menos ruidosas) o utilizando medios técnicos (silenciadores, materiales absorbentes), entonces los trabajadores deben llevar equipos de protección auditiva que garanticen una exposición al ruido por debajo de los límites.

Es sumamente importante que los resultados de cualquier evaluación sean precisos. Cualquier estimación de la exposición al ruido por exceso o por defecto puede resultar costosa, tanto en términos de gasto y como de salud de los trabajadores. Gestionar un programa de conservación de la audición y cambiar la configuración de un centro de trabajo puede suponer un esfuerzo enorme. E igual de enormes pueden ser los daños si existe un riesgo y la evaluación no acierta a identificarlo.

Ahora bien, hacer una evaluación precisa puede ser muy difícil, porque los procedimientos son complicados de seguir, porque cada tarea requiere múltiples medidas y por los tiempos mínimos de medición, que dependen del tamaño de los grupos de exposición. La norma ISO 9612 también incluye cálculos de incertidumbre que pueden ayudar, por ejemplo, a determinar en qué casos es preciso repetir una evaluación. Por supuesto, todas estas operaciones se pueden hacer en una hoja de cálculo, pero cualquier error en el proceso puede afectar enormemente a los resultados. Con carácter general, la incertidumbre se puede reducir añadiendo más mediciones o haciendo un análisis más detallado de las tareas y las funciones; cosas que, evidentemente, alargan aún un proceso que ya de por sí es laborioso.

B&K 2245 Work Noise Partner
B&K 2245 Work Noise Partner ha sido diseñado para simplificar las tareas de evaluación del ruido para la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores: desde el planeamiento de las medidas hasta la elaboración del informe final.

El B&K 2245 es un sonómetro de clase 1 con aprobación de tipo para realizar medidas con valor legal en España. Se acompaña de la aplicación Work Noise Partner, que está diseñada para eliminar la incertidumbre del proceso de evaluación y obtener resultados correctos en el primer intento. Al tratarse de un sonómetro clase 1, el B&K 2245 produce datos más precisos que un instrumento de clase 2 y, por tanto, proporciona resultados con un mayor grado de certidumbre.  De paso, la aplicación para ruido laboral del B&K 2245 reduce las posibilidades de error porque puede calcular resultados in situ. De este modo, se puede saber de inmediato si las medidas son válidas.

Pero es que, además, la aplicación Work Noise Partner guía al usuario paso a paso a través del proceso, documenta el estudio e incluso avisa al operario de los tiempos de medición mínimos. Con ello se elimina la necesidad de generar documentación adicional (que normalmente se elabora después de la medición) y se simplifica en gran medida la elaboración de informes.

De vuelta en la oficina, la aplicación para PC B&K 2245 Work Noise Partner realiza todos los cálculos necesarios para determinar la incertidumbre. Si la incertidumbre es demasiado alta pero se dispone de un análisis del trabajo, es posible desglosarlo en tareas. Por ejemplo, si hay una tarea que presenta un alto rango de exposición, puede dividirse en subtareas, de modo que, si una máquina se utiliza de diferentes maneras, se puedan identificar más fácilmente las operaciones más ruidosas, con la consiguiente reducción de la incertidumbre.

B&K 2245 Work Noise Partner