En un ámbito general, la seguridad vial tiene el objetivo principal de prevenir o reducir al máximo posible las causas que provocan los accidentes de tráfico. La seguridad vial laboral está vinculada específicamente con los siniestros ocurridos en relación con el trabajo.
¿Qué es la seguridad vial laboral?
El objetivo de la seguridad vial laboral es salvaguardar la integridad física de todas aquellas personas que transitan la vía pública —conductores, pasajeros, peatones— por motivos profesionales, logrando disminuir o minimizar los factores de riesgo lo máximo posible.
Cada vez más empresas españolas incorporan estrategias y programas que reduzcan la siniestralidad de sus trabajadores. El accidente vial laboral puede suceder en el desplazamiento casa-trabajo o trabajo-casa (in itinere); o durante el horario laboral como tal (en misión). Estas acciones corporativas para cumplir con los objetivos son los Planes de Movilidad y la Norma ISO 39001.
Cifras recientes de siniestralidad vial
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), el 36 % de los accidentes laborales en España se producen en un vehículo. Datos del Ministerio de Trabajo indican que en enero de 2025 se registraron 43.450 accidentes laborales con baja, lo que representa una disminución del 3,4 % respecto al mismo mes del año anterior. Los accidentes sin baja fueron 36.201, un 6,8 % menos que en enero de 2024.
De los accidentes con baja, 37.234 ocurrieron durante la jornada de trabajo (una reducción del 4,0 %) y 6.216 fueron accidentes in itinere (un ligero aumento del 0,4 %). Por situación profesional, se produjeron 41.526 accidentes con baja entre asalariados (un 2,5 % menos) y 1.924 entre trabajadores por cuenta propia (una disminución del 19,5 %).
En cuanto a la gravedad, se registraron 252 accidentes graves y 39 mortales durante la jornada laboral, lo que supone 15 accidentes graves y 3 mortales menos que en enero de 2024.
El riesgo vial desde la perspectiva de la empresa
Cuando se produce un accidente de tráfico laboral, aparte de los posibles daños humanos, en ocasiones irreparables, y materiales que genera a los implicados y a la sociedad en general, también repercute en mayor o menor medida en la empresa, dependiendo de la magnitud y gravedad del accidente. Estas consecuencias principalmente se traducen en costes para las empresas, tanto directos como indirectos.
1) Costes Directos: aquellos que la empresa puede contabilizar y cuantificar fácilmente.
- Días de baja del trabajador a cargo de la empresa.
- Pago de penalizaciones por demoras producidas.
- Pérdida de producción.
- Recuperación de las horas extras.
- Costes de rotación de personal.
- Reparación de vehículos.
- Primas de seguros por las flotas de vehículos accidentados.
- Costes de subcontratación o contratación de nuevo personal.
- Costes de nueva formación.
- Costes de las medidas preventivas a implantar para que el accidente no se vuelva a repetir.
2) Costes indirectos: aquellos que no se pueden cuantificar de manera real ni exacta, pero que están indudablemente asociados al accidente, y que repercuten en la empresa. Proporcionalmente, se estima que los costes indirectos de un accidente de trabajo son cuatro veces los costes directos. Algunos de estos costes serían:
- Imagen de la empresa: de cara a la sociedad, clientes, proveedores, inversores.
- Desmotivación de los trabajadores, sobre todo los implicados en el accidente.
- Repercusión en la responsabilidad social de la empresa.
- Influencia en los familiares del accidentado.
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