Alfonso García Cardó.
Alfonso García Cardó Health & Safety Manager Groupe Armonia España

La modalidad online cuestionada y el futuro de la formación en PRL

Formación en prevención.

Existen cada vez más indicios que cuestionan el futuro de la formación en prevención de riesgos laborales (FPRL) en la modalidad online, tanto en lo concerniente a su diseño y metodología como a su utilidad y eficacia.

Diseño y metodología

Si en el ámbito pedagógico analizamos la FPRL online comprobaremos que tiene las siguientes deficiencias:

  • Los programas o cursos son simplemente la reproducción informática de apuntes o manuales. Están bien programados, pero casi nunca se aplican en ellos ni una sola de las mínimas exigencias pedagógicas.
  • La estructura de los programas y cursos es estanca, donde no interactúan los contenidos y se repiten.
  • Se ha implementado la modalidad online como simple prestigio de incorporar una tecnología de programación.
    Infrautilización de las posibilidades creativas y didácticas que permite la modalidad online.
  • No se adapta a las necesidades de los nativos digitales.
  • No se favorece el autoaprendizaje ni existe la autoevaluación en la identificación de las competencias adquiridas o de los objetivos de aprendizaje.

En resumen, se ha intentado utilizar nueva tecnología con esquemas de la modalidad presencial. Se trata de otra modalidad formativa que tiene sus propias reglas internas.

Formación en prevención.

Utilidad y eficacia

La FPRL online no está cumpliendo las expectativas mínimas para ajustarse a lo establecido en el artículo 19 de la Ley 31/1995. Por ello, las inspecciones de trabajo empiezan a rechazar este tipo de modalidad formativa y bastantes jueces la consideran como prueba no válida en juicios por lesiones. El argumentario que exponen es:

  • El temario (índice) del curso no se ajusta al puesto o a las funciones que desempeña el trabajador, y cuando existe dicho temario, no está suficientemente detallado para comprender qué contenidos se han tratado. Se solicitan incluso los contenidos completos de cursos para comprobar si cubre todos los riesgos existentes en la evaluación de los mismos en el puesto de trabajo detectándose generalmente que no se contemplan todos los equipos de trabajo o compuestos químicos que se utilizan. Encontramos excepciones al respecto en bastantes organizaciones de gran tamaño donde existen muchos puestos de trabajo idénticos. Sin embargo, en estos casos siempre hallamos un nivel residual de contenido muy específico que es tratado de manera diferente, como por ejemplo, las pautas de actuación en situaciones de emergencia.
  • Estos “auditores  de la prevención” analizan y cotejan la titulación en materia preventiva de quiénes son los autores del contenido del curso y de los tutores de los mismos, tal y como sucede con las evaluaciones de riesgos o los estudios específicos.
  • No existe plena garantía de que es el propio trabajador quién realizó el curso, especialmente en los juicios por daños, además de la existencia actual de analfabetos digitales.

En consecuencia, bajo cualquiera de estos criterios que ponen en cuestión la FPRL online, esta no podría ser calificada como suficiente y adecuada y, por tanto, sería no válida.

Aprendamos de la modalidad online

No todo son deficiencias en esta modalidad formativa. De ella existen aspectos que debemos extrapolar a las otras modalidades, sobre todo para la presencial.

  • Existencia de exámenes sobre el contenido del curso. En ocasiones no se realizan por no saber qué hacer con los que suspenden pero debemos demostrar que la formación impartida es eficaz y establecer necesidades formativas (actitudes y aptitudes), y dependiendo de estas, la periodicidad.
  • Mejorar la estructuración de los contenidos.
  • Mejorar la didáctica. En la modalidad online queda claramente definido qué se expone y cómo se expresa; en la presencial no siempre está delimitado el cómo.
  • Disponer de todo el contenido de la formación, a fin de poder consultar, revisar o simplemente estudiar, ante la necesidad de volver a examinarse por haber suspendido en primera convocatoria. Creación de manuales para disponer del contenido –no todos los trabajadores tienen o trabajan con ordenador–. De este modo, no ha de volverse a realizar la formación o si se repite, hacerla más personalizada.

Se ha intentado utilizar una nueva tecnología en la modalidad online, con esquemas de la presencial

  • Fomentar una FPRL más reflexiva: contemplar aspectos de concienciación y de reflexión, puesto que las situaciones de riesgos no son siempre iguales –por ejemplo, en seguridad vial o en operaciones de mantenimiento–.
  • Clarificar y precisar los objetivos de aprendizaje en términos comunicativos puesto que existe, generalmente, la ausencia de “ideario” sobre qué se pretende con cada formación. Formar por formar, es un error.
  • Fomentar un cambio hacia una FPRL con mayor responsabilidad para el trabajador sobre su propio aprendizaje.

El futuro de la FPRL

Cuando los servicios de prevención (más propios que ajenos) a los que asesoramos nos preguntan por las futuras tendencias, nos aventuramos a indicarles:

  • La modalidad online deberá mejorar según las pautas indicadas, o no será.
  • Todos los diplomas o certificados de formación indicarán qué técnico lo ha realizado y su titulación superior en las especialidades correspondientes a los contenidos impartidos. Recordemos que el artículo 37.1.c. del Real Decreto 39/1997 implica que la formación específica (propia de una especialidad) está calificada entre las funciones de capacitación de nivel superior.
  • Se deberán facilitar la cultura del aprendizaje, que ayude al conocimiento intuitivo, constructivo, creativo y crítico.
  • Existencia de foros de debate para que los alumnos puedan reflexionar y compartir su conocimiento y experiencias sobre la temática de la formación, información que además nos facilitará, entre otras cosas, mejorar el curso.
  • Potenciación del aprendizaje por simulación como facilitador de la retención y comprensión de los contenidos teóricos y la adquisición de habilidades prácticas.
  • Disponer de un canal de comunicación (e-mail, teléfono…) para poder realizar consultas al formador, una vez ha finalizado la formación. Las dudas surgen al aplicar los conocimientos o habilidades en el puesto de trabajo.

Deberá existir una mayor tendencia hacia una formación cada vez más personalizada

Tendencia hacia una formación cada vez más personalizada, aunque previa a esta individualización se deberá saber detectar en mayor medida cuáles son las necesidades formativas. Si no, continuaremos formando a todos con los mismos contenidos. Y es que la modalidad online no está diseñada para adaptarse a las individualidades.
Nuevos contenidos formativos que permitirán una evolución relevante en la PRL, como por ejemplo, ejercicios de estiramiento muscular al finalizar actividades en las que se realizan movimientos repetitivos, formación para quienes trabajan en bipedestación o técnicas para prevenir la tensión psicológica.