Profesionalizar el uso de escaleras de mano en el ámbito profesional es una labor de todos

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Escalera móvil con plataforma castellana Svelt para supervisión de tinos en bodegas.

Escalera de cuerda para acceso a espacios confinados.
Svelt

Cuando algo está tan arraigado en el uso cotidiano de las personas como es la escalera de mano, resulta difícil prohibir su uso, ya que siempre va a haber una escalera fuera del control del prevencionista o del empresario. La educación es la base del éxito, por lo que personas formadas y adiestradas a usar bien los equipos de trabajo tienen menos riesgo de accidentarse.

La prevención a la larga es ahorro, pero supone tiempo, esfuerzo y cambios en los hábitos de trabajo.

Por ello, como fabricantes de escaleras y de medios auxiliares de acceso y de trabajo en altura, debemos formar e informar a los trabajadores desde un punto de vista preventivo del uso correcto de las escaleras de mano.

La accidentalidad en el uso de escaleras de mano se debe a que es el equipo que primero y más veces se elige para realizar trabajos en altura, además del factor humano con hace un mal uso realizando posturas prohibidas.

Por lo tanto, profesionalizar el uso de las escaleras de mano es una labor de todos. Además, si están en el ámbito laboral será porque su uso supone un riesgo bajo y tolerable para la seguridad del trabajador.

Pero, ¿se evalúan todos los puestos de trabajos en los cuales se usan escaleras de mano? ¿Todas las escaleras de mano tienen el mismo nivel de riesgo?

Los modelos de escaleras de mano que se pueden certificar con la normativa europea específica UNE EN131 están determinados y son las escaleras móviles con plataforma certificadas con UNE EN131-7 con estabilidad aportada por los estabilizadores o por los contrapesos las que aportan más seguridad, al ser las únicas que soportan test de vuelco lateral.

¿Qué supone, desde el punto de vista de Svelt, profesionalizar el uso de las escaleras de mano? Supone elegir escaleras de mano si se garantiza la seguridad de trabajador y se aportan protocolos de trabajo, certificadas con UNE EN 131 para uso profesional. De igual forma, supone entregar manuales de instrucciones del fabricante a cada trabajador y cerciorarnos de que el modelo es apto para el trabajo a realizar (modelo con plataforma y estabilidad garantizada para usos en interiores, modelo de longitud acorde al lugar de acceso y técnicas de fijado y estabilización protocolizadas y aprendidas por los trabajadores). También se debe inculcar la obligación de chequearlas diariamente para que se vea que son seguras y realizar una revisión semestral a fondo por personal encargado.

Por último, profesionalizar el uso de las escaleras de mano supone adaptarlas a los lugares de trabajo con complementos integrados en la propia escalera profesional (niveladores, estabilizadores, separadores de pared, rigidizadores, soportes con ganchos integrados o previstos en el lugar de acceso con la escalera), además de elegir modelos con escalones anchos y pasamanos, no primando criterios económicos en la elección.