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Mariano Montori-Lasilla Vocal del Comité de Docencia y Acreditación Sociedad Española de Neurología (SEN)

Accidentabilidad laboral y sistema nervioso

Sistema nervioso.

Desde la perspectiva del neurólogo clínico las circunstancias laborales siempre deben ser evaluadas en pacientes con cualquier tipo de trastorno neurológico, siguiendo las enseñanzas de los maestros, pioneros de la Medicina del Trabajo. Se constituyó el grupo de estudio de la Neurología del Trabajo, en el seno de la Sociedad Española de Neurología, para aumentar la calidad y eficiencia del tratamiento neurológico y para profundizar en la investigación, asistencia y docencia relativas a los trastornos neurológicos que se presentan en el ámbito laboral y que son consecuencia de accidentes laborales, o constituyen enfermedades profesionales y enfermedades relacionadas con el trabajo.

No se conoce con detalle la incidencia del daño neurológico accidental, pero las estadísticas anuales de accidentes de trabajo (AT) reflejan bien, como es sabido, (http://www.empleo.gob.es/estadisticas/eat/) una serie de tablas referidas a las causas, circunstancias del accidente, descripción de la lesión y parte del cuerpo lesionada. De su análisis podremos tener una idea aproximada del daño neurológico provocado por: condiciones de trabajo inadecuadas, instalaciones de servicio o insuficiente protección, máquinas u otros equipos de trabajo, materiales y agentes contaminantes (químicos o biológicos), factores personales y otras causas. Como bien señalan los documentos estadísticos oficiales, el análisis de todos estos datos ha de servir además para ajustar la evaluación de riesgos y aumentar la eficacia de la actividad preventiva en las empresas: ahí donde más necesaria resulta.

Son los traumatismos craneales los que mejor se identifican y antes permiten iniciar con diligencia el tratamiento más adecuado, a pesar de las dificultades que se presentan en muchas ocasiones (1). Pero las diferentes causas de los AT, responsables del daño neuronal, pueden afectar al sistema nervioso central, al sistema nervioso periférico o a ambos a la vez y ese daño neurológico, en función de la severidad del accidente, repercutirá sobre el cerebro, la médula espinal, las raíces nerviosas o los nervios periféricos, en mayor o menor grado según el mecanismo causal. Con frecuencia, si el accidente es un politraumatismo, pueden ser varias las estructuras nerviosas implicadas.

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