Todos sabemos la importancia de estar formados, de manera teórica y práctica, a la hora de realizar trabajos en altura, es decir, cuando tenemos en nuestra jornada laboral alguna tarea por encima de los 2 metros del suelo.
Pero, además, cuando hay que acceder a una zona una vez al año para revisar su estado o las visitas solo se realizan cuando hay algún problema, en estas ocasiones, y en general como bien nos indica la Ley de PRL 31/1995, deben primar las protecciones colectivas sobre las individuales.
Zona segura
Al instalar una protección colectiva como pueden ser unas barandillas garantizamos que la zona sea segura para el personal con formación como para los que deben acceder sin contar con tal acreditación.
Además, con este tipo de sistemas los operarios que tengan que acceder al lugar pueden hacerlo sin los EPIS anticaídas que serían necesarios por ejemplo si tuviésemos una línea de vida o un punto de anclaje, ya que las barandillas garantizan la seguridad en altura e imposibilitan una caída accidental, al no permitir a los trabajadores llegar al borde de la cubierta.
Instalar sin perforar
Otro punto a favor que encontramos en este tipo de protecciones contra caídas es que debido a la diversidad que existe actualmente se pueden instalar sin perforar ni afectar a la impermeabilización del suelo, ya que contamos con las conocidas como barandillas contrapesadas, que nos permiten contar con la seguridad en altura necesaria a la vez que mantenemos la estructura de la cubierta.
No debemos olvidar que, aunque las protecciones colectivas se instalan para garantizar la seguridad de todo el personal que tenga que acceder al lugar, dicha instalación debe contar con profesionales acreditados, formados en altura y que emitan el correspondiente certificado de instalación
Documentación propia
Al igual que la instalación que se realice, el producto en sí, es decir las barandillas, deben contar con su propia documentación de que han sido ensayadas bajo la normativa correspondiente, en este caso la EN14122-3, y esto esté acreditado por un laboratorio oficial.
Cuando los proyectos cuentan con una oficina técnica con experiencia permite que las barandillas se adapten a las necesidades específicas que tengamos, llegando incluso a la realización de lo que comúnmente llamamos “fabricaciones especiales”, ya que no hay excusa para no trabajar con seguridad en altura.
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