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Juan Ramón Romera Directo técnico vestuario de protección Grupo Iturri

Iturri hace posible la sostenibilidad real

Evolución de los tejidos técnicos para riesgos de baja visibilidad en los equipos de multiproteccion individual

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Las evaluaciones de riesgos actuales en cualquier tipo de entornos industriales (en centros logísticos y refinerías), las que se realizan en empresas de servicios, durante el trabajo diario de las brigadas de bomberos, en empresas forestales e incluso Policías y Cuerpos de Seguridad del Estado están reconociendo de manera generalizada el riesgo de atropello por máquinas o vehículos en movimiento -debido a la baja visibilidad- como una de las principales causas de accidentes.

Además de este riesgo, los especialistas en PRL identifican otros como, por ejemplo: fuego repentino que derive en un contacto con llama, o con fuentes de calor radiante (o ambas); exposición del trabajador a los daños provocados por un arco eléctrico; derrames de productos químicos en diferentes concentraciones, etc.

Nos encontramos con la realidad de que un operario puede desempeñar una actividad en diferentes localizaciones y puestos de trabajo, lo que conlleva que el vestuario que utilice debe estar diseñado y caracterizado no como un EPI estándar, sino en lo que se ha definido como un ‘equipo de multiprotección individual’ (EMPI).

Escasas opciones de protección

Hasta hace poco, los fabricantes de equipos de protección individual hemos contado con muy pocas opciones diferentes de tejidos que pudieran cumplir con la labor de proteger en la mayor parte de situaciones.

Hemos dispuesto de tejidos ignífugos de varias clases: primero, los llamados ignifugados que ofrecían una durabilidad limitada. Después, los llamados permanentes como, por ejemplo, las mezclas de fibras modacrílicas con viscosas o algodones o los tejidos a base de aramidas y sus mezclas, que son actualmente los más extendidos.

Con estos tejidos hemos avanzado dotando al trabajador de un vestuario multiprotección pero siempre con un punto débil que no terminaba de desarrollarse que era el de los tejidos ignífugos de alta visibilidad, con durabilidad aceptable desde el punto de vista económico y de la sostenibilidad.

Limitación: la durabilidad

Los tejidos ignífugos de alta visibilidad que hemos manejado hasta hace poco -para cumplir las exigencias de las diferentes normas- tenían una limitación muy grande de durabilidad, debido especialmente a la exposición al sol en entornos abiertos: esto es crítico en países soleados como el nuestro. A esa baja solidez a la luz se unía una degradación alta y evidente tras un uso real, aplicando además los ciclos de mantenimiento habituales de lavados y secados.

Las prendas donde se utilicen tejidos de alta visibilidad van a tener una frecuencia de lavados muy superior a la de las prendas que no los lleven, por lo que el mejorar la fiabilidad y el comportamiento de estos tejidos para fabricar EMPIs más duraderos es algo que nos ocupa desde siempre.

El conseguir que el tejido mantenga los valores de luminosidad y coordenadas cromáticas dentro de la norma EN 20471 con el mayor número de lavados posible ha sido una prioridad para los que nos dedicamos al desarrollo de soluciones para aumentar la protección de los usuarios.

Envejecimiento de los EPIS

¿Por qué es necesaria esa exigencia de durabilidad a los tejidos de alta visibilidad utilizados en los EMPIs?

El Reglamento (UE) 2016/425 relativo a los Equipos de Protección Individual que deroga la Directiva 89-686/CEE indica en su página 77/81 punto 2.4 los siguiente: “2.4. EPI expuestos al envejecimiento. Si se sabe que el envejecimiento puede afectar significativamente al rendimiento del diseño de nuevos EPI, el mes y el año de fabricación y, a ser posible, el mes y el año de caducidad deberán figurar de forma indeleble e inequívoca en cada unidad de EPI que se introduzca en el mercado, y en su embalaje. Si el fabricante no puede dar una garantía sobre la vida útil del EPI, sus instrucciones deberán ofrecer toda la información necesaria para que el comprador o usuario pueda determinar un mes y un año de caducidad razonables, teniendo en cuenta el nivel de calidad del modelo y las condiciones efectivas de almacenamiento, uso, limpieza, revisión y mantenimiento. Si el envejecimiento resultante del uso periódico de un procedimiento de limpieza recomendado por el fabricante puede dar lugar a un deterioro apreciable y rápido del rendimiento del EPI, el fabricante deberá, a ser posible, colocar un marcado en cada unidad de EPI introducida en el mercado que indique el número máximo de operaciones de limpieza que pueden efectuarse antes de que el equipo deba inspeccionarse o desecharse. Si no se coloca ese marcado, el fabricante tendrá que dar dicha información en sus instrucciones”.

En la práctica, los fabricantes de vestuario de protección debemos indicar en la etiqueta CE de la prenda el número máximo de lavados para los que hemos diseñado el equipo de protección y que hemos certificado en el laboratorio externo.

EMPIs de última generación

Los nuevos tejidos ignífugos de alta visibilidad nos permiten diseñar una serie de EMPIs de última generación buscando lo que llamamos ‘sostenibilidad real’. Un equipo de protección será más sostenible cuanto mayor sea su durabilidad y tiempo de uso dentro de norma y cumpliendo su función de proteger al usuario.

Los fabricantes tenemos opciones para asegurar la validez de la certificación de fuego y de alta visibilidad por encima de los 60 ciclos de lavado doméstico a 60 ºC y secado en secadora a 60 ºC para el caso de las aramidas/viscosas más avanzadas en color amarillo flúor EN 20471 (llegamos incluso hasta garantizar los 75 ciclos de lavados y secados en las prendas ignífugas, impermeables y de alta visibilidad).

Iturri apuesta en ese sentido por soluciones duraderas, puesto que lo más sostenible es lo que no se fabrica. Asimismo, nuestras soluciones IT facilitan a nuestros clientes el hacer un buen uso de su EMPIs y sacarle el máximo partido a su vida útil.

Medir para cuidar del medioambiente

Además de todo lo anterior, gracias a nuestra herramienta para análisis de ciclo de vida de producto, Revolve LCA, podemos calcular el impacto medioambiental (huella de carbono y huella hídrica) de tener a un usuario vestido, incluyendo la fase de uso y mantenimiento.

De esta forma, no sólo podemos calcular y comparar soluciones desde el punto de vista del ecodiseño (fibras de menor impacto o diseños más eficientes) sino también la reducción del impacto medioambiental de un vestuario duradero frente a uno con una menor vida útil y, por tanto, que requiere una mayor frecuencia de fabricación.

Nuestra misión es proteger a las personas con soluciones innovadoras y sostenibles.